Casi la mitad de los fallecidos en la carretera no llevaba el cinturón

Preocupación en Tráfico por el aumento de las víctimas mortales en 2016

23 ene 2018 / 09:02 H.

Los accidentes de circulación se cobraron la vida de 30 personas a lo largo del pasado año. 27 murieron en carretera y los otros tres fallecieron en siniestros registrados en casco urbano (los tres fueron motoristas). El incremento en términos relativos es un llamativo 35 por ciento. La estadística dice que, sin duda, es un mal dato, sobre todo porque se mantiene la tendencia al alza registrada en los últimos ejercicios, a pesar de los esfuerzos de la DGT para frenar esta sangría. No obstante, en ocasiones, es conveniente mirar más allá de los números y pararse en las causas. Es lo que trató de hacer ayer la Comisión Provincial de Tráfico y Seguridad, un organismo que analiza lo que ha fallado y en qué se puede mejorar. Varias fueron las cuestiones que se pusieron sobre la mesa. La primera es más que preocupante: casi la mitad de los fallecidos en accidente no llevaba puesto el cinturón de seguridad. “Es algo que todavía nos sigue sorprendiendo mucho”, asegura Juan Diego Ramírez, el jefe provincial de Tráfico. Desde luego esta infracción podría explicar un hecho paradójico: a pesar de que se han reducido ligeramente los siniestros, sus consecuencias han sido mucho más gravosas, es decir, se han producido más víctimas mortales a pesar de que ha habido menos accidentes (ver cuadro anexo). “Estoy seguro de que muchos de estos nueve fallecidos se hubieran salvado si se hubieran abrochado el cinturón”, sostiene Juan Diego Ramírez.

El otro gran dato que llama la atención del balance de tráfico es el hecho de que el 81 por ciento de los percances se produjo en carreteras secundarias. Se registraron 22 fallecidos, frente a los cinco muertos en las autovías de la provincia. En Jaén hay 3.129 kilómetros de vías convencionales con intersecciones, trazados antiguos, incorporaciones situadas al mismo nivel, tramos montañosos, más curvas... No obstante, Juan Diego Ramírez sostiene que detrás de la mayoría de estos accidentes está el exceso de velocidad. “Nos ha llamado mucho la atención que muchas de las víctimas de estos siniestros son personas vinculadas al territorio, usuarios de la zona que conocen bien la carretera por la que transitan a diario. A veces, pecan de un mal entendido exceso de confianza. La carretera puede ser la peor del mundo, pero el conductor sabe mejor que nadie cómo está y debe adecuarse a ella”, analizó el jefe de Tráfico.

Y el tercer gran asunto que trató la Comisión Provincial de Tráfico es el hecho de que todavía haya un tercio de conductores que son sorprendidos circulando bajo los efectos de las drogas. En concreto, los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizaron en la provincia 2.535 pruebas, de las que resultaron positivas 775. Es una cifra prácticamente idéntica a la de ejercicios anteriores y que Juan Diego Ramírez calificó de “muy alta”. Hasta hace unos años, los controles se hacían “anidados”. ¿Qué significa esta expresión? Solo se realizaba el “narcotest” a aquellos conductores que habían dado positivo en alcohol, pero que presentaban síntomas evidentes. “Antes íbamos más a tiro hecho”, reconoció el jefe provincial de forma muy gráfica. No obstante, esa práctica ha cambiado y las pruebas se efectúan de forma aleatoria, es decir, a cualquier conductor. Aun así, los positivos se mantienen en torno al 30 por ciento. “No nos extraña, porque las autopsias demuestran que el 43 por ciento de las víctimas mortales de accidente tenía presencia de estupefacientes en su organismo”, analizó. Este dato contrasta, en cierto modo, con los resultados de los controles de alcoholemia: de las 80.120 pruebas realizadas por los guardias civiles dieron positivo 952, es decir, apenas el 1,19 por ciento. La mayor parte fueron conductores involucrados en accidentes de tráfico.

Por otro lado, el balance de Seguridad Vial 2017 ofrece una dato alarmante: el notable incremento de los motoristas fallecidos, que han pasado de tres a ocho. De hecho, las tres víctimas mortales en casco urbanos eran conductores de vehículos de dos ruedas: “Estamos muy preocupados por ello”, concluyó Juan Diego Ramírez.

Con todo, y por buscar el lado positivo, el informe elaborado por la Jefatura Provincial de Tráfico señala, por otra parte, que la cifra de fallecidos en 2017 representa el sexto mejor año desde 1960, fecha en la que comenzaron a elaborarse las estadísticas. El dato comparado supone también que el año pasado hubo 28 fallecidos menos que en 2007, cuando se produjeron 55 víctimas mortales, y se han registrado 47 menos que en 1993, en que hubo que lamentar la pérdida de 74 vidas en las carreteras jiennenses.

Por otro lado, en la reunión se informó sobre la actividad de la Unidad de Víctimas de Accidentes de Tráfico (UVAT) que existe en la Jefatura Provincial de Tráfico para facilitar el acceso de las víctimas a los recursos existentes, velar por sus derechos y promover la participación de las instituciones y las administraciones locales, autonómica y nacional. Ya se han atendido a más de 3.900 víctimas de accidentes, de las que 292 han solicitado una asistencia más desarrollada. Además, la Unidad de Jaén ha realizado 4.451 intervenciones y llevado a cabo numerosas acciones formativas e informativas con Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, policías local y autonómica y profesionales del ámbito sanitario y social.