El aceite examina atento y con miedo el ataque a las aceitunas
España pide a la Unión Europea que reaccione ante el arancel de Donald Trump
El sector del aceite de oliva no le quita ojo a la aceituna, concretamente, a las negras. Agricultores, industriales, exportadores y embotelladores observan atentos y, en muchos casos, callados, aunque sin ocultar el miedo la evolución de la investigación que ha motivado que el Gobierno de EE UU hiciera realidad la filosofía proteccionista con la que Donald Trump llegó a la Casa Blanca. Jaén produce entre el 15 y el 20% del oro líquido que se genera en el mundo, por lo que un arancel al aceite de oliva —al igual que se ha hecho con la aceituna— podría hacerle muchísimo daño, ya que frenaría la exportación a un mercado que, actualmente, es estratégico y que ya lidera España después de que consiguiera desbancar a las empresas italianas.
Estados Unidos abrió diversas investigaciones a productos agroalimentarios de Europa dentro de su normativa “antidumping” o, lo que es lo mismo, género que llega más barato y daña a los productores norteamericanos. El aceite de oliva se tanteó y tiene abierto un procedimiento, pero el que más ha evolucionado ha sido el de la aceituna negra, que ya cuentan con un arancel o, lo que es lo mismo, un canon que tienen que pagar los productores si quieren venderla en EE UU.
Arbitrariedad. En cambio, la aceituna y el aceite de oliva no son los únicos productos investigados por la normativa “antidumping”. Hay cientos de procedimientos administrativos, aunque la primera muestra de fuerza ha sido con la aceituna negra española. ¿Por qué? No está claro. Le pasa igual que a Robert de Niro, que también acapara buena parte de las críticas de Donald Trump, pese a que no es el único que critica su gestión.
“Creo que el arancel a la aceituna negra española es un anticipo en forma de tanteo para ver la reacción de Europa, a la que ha echado de menos que sea más beligerante. Todos estamos temerosos de que, al final, repercuta al aceite de oliva”, afirma el secretario general de UPA en Jaén, Cristóbal Cano. Asimismo, añade: “Esto también se liga a prácticas comerciales que tocan la fibra de los agricultores de California. Son datos objetivos que hay partidas que se venden un 40 y hasta un 100% más baratas que el aceite hecho allí. La PAC lleva 30 años, por lo que me parece una excusa basar el arancel en ella. Más bien, es un plan con un sector en forma de experimento para ver cómo responde Europa”.
Por otro lado, el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, indica: “No creo que el arancel sea un escenario previsible a corto plazo. Estados Unidos no son grandes productores de oro líquido, por lo que necesitan el género para el consumo. Lo veo como una amenaza más a largo plazo, aunque hay sectores, como el de la almendra, que, si hubiera represalias de Europa, a EE UU le haría mucho daño”.
El presidente del sector del aceite de Cooperativas Agroalimentarias, Cristóbal Gallego, explica: “Espero que el arancel no llegue al aceite. Sería una barbaridad. Además, Estados Unidos tendría que acudir a mercados como Marruecos, Túnez o Turquía porque las empresas españolas y, en definitiva, europeas, dejarían de ir a vender allí”. Además, coincide en que la PAC solo es un pretexto: “Las ayudas no están ligadas a la producción y cuentan con el visto bueno de la Organización Mundial de Comercio. Me parece una excusa. Bruselas no debe consentir que se duda de toda su estructura”.
España aprieta en Bruselas. El Gobierno pide a la Comisión Europea que continúe con las gestiones para evitar la imposición definitiva de aranceles a las importaciones de aceituna negra española en Estados Unidos y, en concreto, insta a Bruselas a que “redoble” los esfuerzos para lograr “un resultado positivo” para los intereses de España.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el Consejo sectorial de ministros de la Unión Europea en Luxemburgo, quien avanzó que “podría haber alguna actuación” frente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para responder a la medida del gobierno estadounidense aunque “corresponde valorarlo a la Comisión Europea”, al ser esta responsable del comercio entre la UE y terceros países.
34,75% . Es el arancel que tienen que afrontar las empresas españolas cuando introducen aceituna negra en Estados Unidos. Es el único país y producto que tienen que pagar.
Investigación. Existe un expediente provisional abierto, aunque se hará definitivo a finales de julio. Supondría consolidar la aduana.
Éxodo. Las cifras de la Interprofesional de la Aceituna de Mesa revelan que las empresas dejan este mercado.
España lideró las exportaciones de aceite de oliva a Estados Unidos en 2017, según datos de Census Bureau, la Oficina del Censo de Estados Unidos, entidad que forma parte del Departamento de Comercio de ese país. Se trata de una muestra más del poderío de las empresas españolas en el mercado de Estados Unidos. En este sentido, las ventas españolas de aceite de oliva a ese país han ascendido a 82.350 toneladas, valoradas en más de 346 millones de euros, según estos datos que publica ICEX España Exportación e Inversiones.
Italia, líder hasta la fecha en el mercado estadounidense, ha registrado unas cifras de 79.739 toneladas por importe de 341 millones, según señala este organismo. Precisa, citando al portal Agrisole, que, si bien los datos en volumen se habían sobrepasado ya en 2016, “no se había alcanzado hasta hoy la primera plaza en facturación”. No obstante, algunos afirman que la importante evolución de las empresas españolas está ligada a una política de precios demasiado bajos, lo que genera malestar entre los oleicultores de California, que cuentan con un grupo de presión que busca frente la entrada de zumo de aceituna barato y que podrían empujar el arancel de Estados Unidos.
De manera adicional, añade que las dinámicas presentan un aumento del 9,3% del importe anotado para las exportaciones españolas de aceite de oliva, y una disminución del 1% para las italianas. En ambos casos se ha registrado una contracción del volumen comercializado, con descensos, del 9,9% y de un 15,3%, respectivamente