El fantasma del insecto de la Xylella causa terror

Hay un bicho que tiene aterrorizados a miles de agricultores de Jaén. Su nombre es “Philaenus Spumarius”. Si se escribe en un buscador de internet, por ejemplo, en Google, aparece como una de las búsquedas más solicitadas en la provincia. Los expertos dicen que es un insecto. Sin más. Pero a los más profanos en la materia les puede parecer una mariposa “disfrazada” de saltamontes o, al revés, un saltamontes con aspecto de polilla. Cientos de agricultores y de científicos lo han buscado por los campos de Jaén y todos han llegado a la misma conclusión: No está. Hasta ahora, no existe constancia ni certeza de que el “Philaenus Spumarius” esté en alguno de los 97 municipios.

Este bicho ha saltado a la fama en los últimos años porque está acreditado que es un vector de la Xylella, una bacteria que se transmite entre los árboles que amenaza al olivar. Si entra en una finca, puede matar todos los árboles. No obstante, lo peor radica en las medidas aprobadas por la Unión Europea, que obligan a establecer un perímetro de seguridad y arrancar todo el material vegetal que exista. Pese a que hayan otros animales capaces de transmitirla, la Xylella fastidiosa que ha atacado al olivar es la subespecie “Pauca”. Lo ha hecho en Italia y ha ocasionado el arranque de miles de olivos.

Análisis. Hace unos días, el delegado de Agricultura del Gobierno andaluz en Jaén, Juan Balbín, indicaba que ya se han hecho 400 análisis de cultivos en la provincia dentro del plan especial frente a la Xylella. Todos han sido negativos, es decir, tampoco existe evidencia de que esté la bacteria. De ahí que si no hay insecto, ni tampoco se encuentra el microorganismo que transmite la enfermedad, actualmente, parece muy complicado que exista un brote de Xylella fastidiosa en la provincia.

En cambio, hay agricultores de Jaén que intentan “matar moscas a cañonazos”, algo que pone en peligro incluso su propia entrega de aceituna. La Asociación Española de Municipios del Olivo (Aemo) tiene evidencias de que existen olivareros que tratan sus fincas con dimetoato porque tienen miedo a que les entre la Xylella fastidiosa. El dimetoato es un insecticida, por lo que algunos se gastan importantes cantidades en este producto para erradicar todo tipo de insectos de su olivar, algo que también daña a las aves. Se podría decir que imitan a Herodes que, tal y como cuenta la Biblia, mandó matar a todos los niños de Judea porque quería acabar con Jesús. En cambio, por el momento, les pasa igual que al Rey, no encuentran al “Philaenus Spumarius” porque no está. Sin embargo, sí que dejan bastantes víctimas inocentes. Manuel Barneo es el delegado en Jaén del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía. Ante esta situación, expresa una respuesta rotunda: “Es una auténtica barbaridad. No existe ese vector de riesgo en Jaén, por lo que tratar los olivos por si se hallara aquí no tiene sentido. Además, si estuviera, seguramente tampoco sería portador de la Xylella porque tampoco hay ningún caso detectado en la provincia”.

De ahí que muchos agricultores luchan contra un insecto “fantasma”, ya que los tiene aterrorizados, pero, por el momento, no existe evidencia alguna de que se encuentre en la provincia. Por eso, representa un gasto de dinero inútil y un serio daño a la sostenibilidad ambiental. “La recomendación no ha cambiado. Hay que observar como siempre el olivar o cualquier otro tipo de cultivo y, si se tiene alguna sospecha, avisar al teléfono del plan contra la Xylella. Entonces, los técnicos acuden, realizan los análisis y miran los resultados. Por el momento, todos han sido negativos. Insisto en que hay que estar tranquilo”, añade el delegado en Jaén del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía.

Peligro en la aceituna. Por otro lado, la Asociación Española de Municipios del Olivo publicaba, hace unos días, este mensaje, que fue compartido por la Red de Alerta Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura: “Escuchamos, atónitos, que en algunos pueblos de Jaén se está recomendando tratar el olivar con dimetoato para prevenir la Xylella. Se supone que el argumento esgrimido es eliminar insectos, que puedan transmitirla. Es un despropósito (...) Hacer un tratamiento sin fundamento tiene un coste económico y ambiental. Además, el plazo de seguridad del dimetoato para la aceituna de molino es de 60 días. Tal y como viene la campaña, esto impediría coger mucha aceituna cuando esté lista”. Asimismo, el mensaje concluía: “Rogamos a los agricultores que mantengan la cabeza fría ante las informaciones alarmistas, que no tienen fundamento científico ni técnico porque el único fin que pueden tener es que algunos hagan su agosto en otoño. Las únicas recomendaciones que debemos atender son las de las autoridades de sanidad vegetal”. También, la Asociación Española de Municipios del Olivo confirmaba que había recibido numerosas consultas ante las recomendaciones de tratar con dimetoato y que procedían de municipios de la provincia jiennense.

Las zonas de riesgo. El ingeniero agrónomo Manuel Barneo explica que la viabilidad de la bacteria en la provincia es diferente según las zonas. Insiste en que no es capaz de sobrevivir a bajas temperaturas, por lo que la posibilidad de que genere la enfermedad en las zonas de sierra resulta muy baja. “Se podrían hacer tres grupos. Cazorla, Segura, Sierra Mágina y la Sierra Sur son zonas que se catalogarían como de riesgo bajo. Luego, El Condado y Sierra Morena, de riesgo moderado, mientras que toda la Vega del Guadalquivir sí que cumple unas condiciones más propicias. Ahí se le podría colocar el cartel de riesgo severo”.

No obstante, los investigadores creen que se trata de un problema de sanidad vegetal importante que no se puede descuidar, pero consideran que parte del miedo que se ha generado obedece a la resonancia mediática. Una de las informaciones que rechazan son los “saltos”, es decir, que la bacteria haya pasado de Italia a Baleares y luego a Alicante a través de material infectado. De hecho, son más partidarios de que estaba desde hace tiempo y que el impacto mediático ha hecho que se incrementaran los controles y que haya aparecido. Asimismo, manifiestan que Jaén tiene una olivicultura muy desarrollada que hace que el cultivo se encuentre muy fuerte. En cambio, la mayoría de los casos de Xylella fastidiosa que se han detectado han sido el plantaciones débiles o casi abandonadas.