El Infoca vigila el fuego de Segura, sin extinguir dos semanas después

El fuego que se declaró, hace hoy dos semanas, en La Trujala, en el término municipal de Segura de la Sierra, es, al afectar a una superficie que ronda las 830 hectáreas, el peor del verano en la provincia jiennense. Pero, aunque grave, lo ocurrido pudo ser una auténtica catástrofe, ya lo dicen los vecinos de esta parte de la provincia, en pleno corazón del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, y lo demuestran las cautela con la que trabaja el plan de lucha contra incendios forestales de la Junta de Andalucía, el Infoca. Y es que, tras 14 días de durísimo trabajo en el monte, día y noche, todavía se cree que no hay condiciones para darlo por extinguido. De hecho, la situación es la misma que la que se declaró el 6 de agosto. El fuego, como entonces, está “controlado”, aunque en un momento mucho menos peligroso que entonces, al estar los trabajos ya en la fase de remate y liquidación. ¿En qué consisten estas labores? Vigilancia pura y dura. Hay un grupo de once bomberos, con el apoyo de dos camiones autobomba, que recorren la zona afectada en busca de posible rebrotes, tal y como precisa el portavoz del Infoca.

El delegado de Medio Ambiente en Jaén, Juan Eugenio Ortega, apunta una de las claves para entender lo que ocurre: “Continúan ardiendo toconas y raíces, por lo que nos se dará por extinguido todavía”. “La arboleda es antigua y tiene muchas raíces que prenden a distancia, es una singularidad del fuego de Segura”, apostilla. La orografía tampoco ayuda, hay que tener en cuenta que las primeras chispas prendieron en un paraje de muy difícil acceso, lo que obliga a los bomberos forestales a caminar durante sus guardias para que no se les pase por alto algún rescoldo. Para comprender la magnitud de lo ocurrido en Segura de la Sierra, se puede comparar con el del vecino municipio de Yeste, en Albacete. Aunque la zona afectada en el fuego de la provincia albaceteña se estima en unas tres mil hectáreas, por lo que multiplica casi por cuatro la del incendio segureño, el primero se dio por extinguido a las dos semanas de declararse, plazo ya superado en Segura de la Sierra. Otro ejemplo, las llamas que calcinaron unas 19 hectáreas en El Portichuelo, en Jaén, se dieron por extinguidas en apenas 48 horas.

¿Quién fue?. La presencia de, al menos, dos focos en el incendio segureño del pasado 3 de agosto hace pensar, desde el primer momento, en que fue intencionado. La Guardia Civil mantiene en marcha una investigación y, aunque todavía no se hayan registrado detenciones, una de las hipótesis con más peso que se barajan es que el autor es un vecino de Segura de la Sierra, residente en el casco urbano del núcleo principal de este pequeño pueblo de montaña.

Aunque los agentes de la Benemérita ya trabajaron en el terreno, es indispensable para conocer lo ocurrido el informe de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales. Se trata de un cuerpo de especialistas, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, adscritos al Plan Infoca. Son auténticos detectives que rastrean las zonas afectadas por un fuego para determinar las causas que están detrás y ayudar a localizar a los autores. Sus conclusiones se trasladan a la Fiscalía a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.