El Olivo Arena, para presumir

Un mastodóntico proyecto que requiere una inversión que merece un calificativo similar. Eso será el Olivo Arena, el futuro palacio de deportes que se construirá en el Recinto Provincial de Ferias y Congresos, en la Carretera de Granada. Son unos terrenos que pertenecían al Consorcio para el Desarrollo de la provincia de Jaén, en el que están presentes los ayuntamientos de Jaén, Linares, Andújar, Úbeda, Martos y Alcalá la Real. La entidad se lo entregó al Ayuntamiento para que este, a su vez, se los cediera a la Diputación. La Administración provincial, que preside Francisco Reyes, y la Junta, a través de la Consejería de Turismo y Deporte, invertirán, a pachas, 20,5 millones para construir este gran pabellón que, si todo sale según lo esperado, puede abrir sus puertas, en el mejor de los escenario, a finales de 2019. Más allá del gasto público que conlleva, que se eleva tanto como la construcción de un par de tramos de autovía, los números del Olivo Arena son espectaculares.

El número de espectadores que acoge, sentados, son 6.589. El graderío se divide en dos partes, una parte telescópica, es decir, que se puede retirar, con 2.776 plazas que arranca a pie de pista, y una fija con 3.813 plazas. De estas plazas, 87 asientos conforman el palco y 60 están reservados para medios de comunicación y 65 para personas con movilidad reducida. Las butacas pueden quedar independientes, mediante un sistema de cortinas, tal y como apuntó Reyes que defendió que una de las claves del proyecto es su polivalencia. A saber, el motivo principal por el que se construye este equipamiento es para que sea la casa del Jaén Fútbol Sala, uno de los gallitos de la liga nacional que patrocina la Diputación con su marca “Jaén, paraíso interior”. Las instalaciones municipales donde juega, además de ser ya antiguas, no se adaptan a la normativa e, impiden, por ejemplo, que se retransmita un partido por televisión. De ahí que la semifinal de la competición que, recientemente disputó el equipo, tuviera que jugarse en Granada. Un motivo de “cabreo” generalizado, tal y como juzgó el presidente de la Diputación. Pero, el Olivo Arena, ya de paso, se abrirá a todos los clubes de la provincia que lo precisen y, algo muy interésente, está concebido para acoger grandes propuestas culturales, desde exposiciones a congresos, espectáculos o conciertos, ya que la calidad acústica interior es una de las prioridades del diseño. Si se pliegan las gradas y se recoge la cancha de parqué, en lo que se tarda dos horas, se abre un espacio central de 3.320 metros cuadrados. Esto da una capacidad en pista de 7.000 personas de pie, o lo que es lo mismo, 10.000 entre los asientes y el “ruedo”.

¿Y como será? Su aspecto va parejo a su nombre, tendrá los colores del mar de olivos, con amarillos, en recuerdo al aceite; ocres y verdes, por los parques naturales y rodeado de una piel metálica, en la que habrá colgados elementos cerámicos producidos en Bailén. El recinto tendrá aspecto pétreo y, su parte superior, tendrá cierto aire de almena, para dejar claro que está construido en una tierra donde hay una de las mayores concentraciones de castillos de todo el mundo.

El gran palacio de deportes, más pequeño que el de Granada, pero mayor que el de Almería, por ejemplo, será, eso sí, muy moderno y eficiente, con la idea de lograr que el gasto de mantenimiento sea el mínimo. Tendrá iluminación led y otros sistemas. El más llamativo, un embudo que recogerá las aguas de lluvia y las llevará a una cisterna para reutilizar para el riesgo de los jardines del recinto o los baños. El Olivo Arena se dividirá en dos, con un acceso a ras del recinto donde se celebra Expoliva y otra altura, en el nivel del edificio de Atento.