El precio del aceite “hierve”

El valor del producto se dispara después de la gran sorpresa con la cosecha

24 ene 2017 / 11:53 H.

Pocos se esperaban que la Agencia de Información y Control Alimentario del Ministerio de Agricultura ofreciera unos datos de producción de aceite de oliva tan bajos. El Aforo Oficial de la Consejería de Agricultura estimaba que Jaén daría 542.000 toneladas en esta campaña, lo que ya mantenía el valor del producto por encima de los 3 euros, porque la cantidad no se consideraba muy elevada en función de la demanda que existe y del poco producto que quedó después del año pasado. En cambio, el Ministerio de Agricultura, el pasado 16 de enero, publicaba que Jaén tan solo llevaba 174.353 toneladas de zumo de la aceituna, lo que ha disparado las “alarmas”.

Desde entonces, no hay día que pase que no suba el precio del aceite de oliva, que se encamina a los 4 euros por kilo a granel por las dudas que existen en el mercado y el miedo que tienen los operadores de desabastecer a los clientes. Además, a estos se suma una importante resistencia de las cooperativas y de las almazaras a sacar producto al mercado salvo que se haga por cantidades importantes. El Observatorio de Precios en Origen de la Fundación del Olivar (Poolred) ofrece unos valores realmente sorprendentes.

El lunes de la pasada semana —16 de enero—, el aceite de oliva extra se compraba a un valor medio de 3,50 euros. Ya llevaba unos días de constante ascenso, ya que los operadores del mercado sabían que los olivareros encontraban dos grandes problemas cuando volvían del tajo: el rendimiento de la aceituna era más bajo del esperado —menos aceite dentro del fruto, lo que merma la cosecha— y, también, menos kilos por olivo de lo que en un primer momento pensaban. Ese día, el virgen se pagaba —en las operaciones a granel de producto que sale en camiones cisterna para la envasadora— a 3,37, mientras que los lampantes cotizaban a 3,19. Ese día, se conocieron las cifras del Ministerio de Agricultura, que cayeron como un “jarro de agua fría”. Ni a los productores ni a los comercializadores les interesaba tan poco aceite de oliva, ya que Italia, Grecia y Túnez, entre otros países productores, esperan descensos en sus cosechas, por lo que la campaña era idónea para tener producto y vender cantidades importantes en el mundo a buenos precios. Sin embargo, la realidad de las cifras hizo que el precio comenzara a escalar. El jueves de la pasada semana —19 de enero—, el extra ya se pagaba a 3,58 euros —8 céntimos más caro—; el virgen, a 3,47 —10 céntimos más—, mientras que los lampantes valían 3,32 —13 céntimos más—. De esta manera, el precio del aceite de oliva se “calentaba” por las bajas expectativas de cosecha después de las sorprendentes cifras. Ahora, una semana después, el incremento todavía coge más fuerza. El precio del extra ha crecido 17 céntimos en 7 días, mientras que los lampantes valen 21 céntimos más. Los vírgenes consolidan un auge de 13. Sin duda, una escalada que hace que la cotización del producto se acerque a los 4 euros y pinte una tesitura perfecta para los que tienen zumo de la aceituna, ya que como mejor se vende es cuando existe una tendencia al alza —los operadores se lanzan a comprar para que no crezca todavía más—.

Incertidumbre. De todos modos, la recolección comenzó más tarde de lo habitual, por lo que muchos esperan a las próximas cifras oficiales —no se conocerán hasta mediados de febrero— para ver si la sorpresa se consolida y lo que parecía una cosecha media-alta se queda en media-baja o, simplemente, las bajas cifras de producción corresponden a un retraso en la recolección. De todos modos, buena parte del sector jiennense se muestra incrédulo a la posibilidad de que la cosecha alcance ni siquiera las 500.000 toneladas. No obstante, habrá que esperar para constatarlo.