El precio del aceite se desploma

Honda preocupación en las cooperativas y almazaras de la provincia ante la deriva del precio del aceite de oliva. El valor del zumo de la aceituna a granel se desploma. Desde que se recogió la cosecha —salvo algunas semanas excepcionales—, la cotización no hace más que bajar. Hay otros mercados en los que comprar, por lo que las grandes empresas distribuidoras se mueven por Jaén, Italia, Grecia y Túnez para conquistar las partidas más interesantes para sus intereses. En cambio, se da la paradoja que en la provincia jiennense es donde se vende más barato. De ahí que, más que una situación objetiva de mercado, parece que se trata de un asunto vinculado a los nervios y al miedo a que el producto pierda todavía más cotización.

El Observatorio de Precios de la Fundación del Olivar (Poolred) indica que ayer se podía comprar virgen extra por 2,78 euros por kilo —a granel—, mientras que el lampante costaba unos 2,30 euros. Son unos valores muy similares a los que registraba otro indicador de precios, como es el que tiene la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) en su página de internet. No obstante, la cotización evidencia la triste realidad de que el producto sigue en caída. No hace tanto —el pasado 1 de febrero—, se pagaban 3,48 euros por las partidas de vírgenes extra, mientras que los lampantes valían 3,34.

El gráfico de esta misma página muestra lo que le ocurre a la cotización del zumo de la aceituna, que no para de caer y lo peor es que parece que se aleja de los 3 euros por kilo, que han permitido a los agricultores de la provincia incrementar los ingresos y acometer obras para mejorar la competividad de sus fincas. De ahí la profunda preocupación. El aceite de oliva no caía por debajo de los 3 euros desde agosto de 2014, que fue cuando se vendió a este valor a granel y, salvo alguna caída puntual —no muy profunda, sino que rondaba este valor—, siempre ha estado por encima de las 3 divisas europeas, lo que se ha considerado un valor bueno porque estaba por encima de la rentabilidad y valía para compensar la caída en las cosechas que se han registrado en la provincia en las últimas campañas. En cambio, ahora la situación es totalmente opuesta a la del año pasado. Entonces, había poco aceite en el mundo y Jaén tenía una cosecha media, por lo que se ganó dinero. Ahora, aquí existe poco producto, mientras que en Italia, Grecia, Portugal, Túnez y Turquía sí que hay disponibilidad.

El mercado. Las causas de la depreciación del aceite de oliva parecen más subjetivas que objetivas en un mercado que, debido a que todavía no ha avanzado lo suficiente en profesionalización, tiene muchos movimientos vinculados a las sensaciones y emociones. Existe una paralización en el mercado, por lo que hay cooperativas y almazaras que intentan sacar producto compitiendo en precio o, lo que es lo mismo, rebajando el aceite. Señalan que hay existencias en Italia, Túnez, Portugal, Grecia o Turquía, pese a que allí, salvo alguna excepción, no son más baratas que en España.

Por otro lado, existe una bajada en las exportaciones —pese a que es un ritmo impensable hace unos años— y en el consumo interno, lo que lleva a pensar que hay menos probabilidad de vender el producto. Asimismo, los grandes envasadores cuentan con una cobertura importante o, lo que es lo mismo, compraron y tienen bastante almacén, por lo que no tienen necesidad de adquirir producto, salvo que exista una partida interesante —buena, bonita y barata—, algo que condiciona la cotización. Precisamente, muchas empresas envasadoras compraron muy por encima de los 3 euros y ahora buscan género por debajo para poder compensar sus cuentas y, sobre todo, intentar reflejar el efecto de la devaluación en los supermercados, que todavía no se nota —y así no aumenta el consumo y, consecuentemente, las operaciones de venta—.