El uso del quad abre una guerra

Los olivareros protestan ante la prohibición de usar el vehículo en la aceituna

24 nov 2017 / 09:25 H.

El conflicto por el uso del quad salta de los despachos a la calle. Ya hay guerra abierta y, sobre todo, mucho miedo. La mayoría de los agricultores que viven de la aceituna lo tiene. Si viene la Inspección de Trabajo y detecta que un jornalero lleva el quad, el inspector puede sancionar con multas que destrozan el bolsillo. Empiezan con 2.000 euros. Pero, ¡ay como ocurra una desgracia! Esto no se dice, pero se piensa. La prohibición del uso del quad por parte de la Inspección de Trabajo y del Centro de Prevención de Riesgos Laborales es más que un tira y afloja. Hay miles en la provincia, pero, en el fondo, con este marco normativo, los agricultores no se fían. Y la multa es lo de menos.

A las once de la mañana, la Avenida Antonio Pascual Acosta estaba cortada para que partiera la manifestación de protesta. Pitos y alboroto, pero poca gente. Ese mucho “ruido y pocas nueces” era consecuencia de que algunos olivareros ya cogen aceituna y no quieren saber nada de protestas, de que traer un quad a la capital es engorroso —hay que echarlo a un remolque, descargarlo, subirlo y llevarlo otra vez al pueblo— y que el consenso de las tres organizaciones agrarias (UPA, Asaja y COAG) y Cooperativas Agroalimentarias no tuvo el empuje necesario para animar a los socios, que sí que se quejan en los pueblos de que no podrán usar el quad —salvo que lo conduzca el propietario de la finca—. Como ninguna organización se echó la manifestación a la espalda, la cosa se diluyó. Al final, partieron una docena de quads, un gran tractor con un remolque y menos de cien manifestantes, que caminaban detrás de una pancarta en la que se leía: “Todos los quads son maquinaria agrícola, ¡Homologación ya!”. A las once y media estaba en la intersección de Antonio Pascual Acosta con la Carretera de Madrid. Y desde ahí paso lento hasta llegar a la Plaza de la Concordia, a la que se entró a la una de la tarde con los manifestantes a paso ligero —unos 200 metros— para no sobrepasar el horario del permiso. La protesta hizo que el tráfico no fuera fácil entre las once de la mañana y la una de la tarde. Había policías locales en las zonas críticas, pero, pese a esto, cortar el tráfico en arterias claves de la capital siempre genera embotellamientos. Bajar por la Avenida de Madrid y encarar la Rotonda de Donantes de Sangre fue muy complicado y se vieron retenciones intermitentes.

No se quitan jornales. Los agricultores que se manifestaban —más allá de los discursos oficiales de las organizaciones agrarias— sorprendían en sus razonamientos. Casi todos están convencidos de que el motivo de prohibir el quad no radica en que la normativa lo considere peligroso para las labores del campo. Más bien creen que las administraciones saben el paro tan grande que hay y no aprueban su uso para que no se resten más jornales durante la recolección de la aceituna.

Serafín Garzón es un agricultor de Mancha Real. Tiene 66 años. “Me han operado dos veces de la columna. Es la herencia que me ha quedado después de toda la vida en el campo. El quad no vale para quitar jornales. Nos permite trabajar como personas y no como animales”, afirma. Por otro lado, Manuel Arroyo, agricultor también de Mancha Real, añadía: “Yo gasto los mismos jornales antes y ahora, pero el trabajo duro de tirar de los lienzos me lo hacen las máquinas. Es mentira que sirva para contratar a menos personas en el campo”.

El gerente y portavoz de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero, dice que esto no parará: “Vamos a salir a la calle las veces que hagan falta y acudiremos hasta al Defensor del Pueblo Andaluz. No hay derecho a esto. Ya solo nos falta que nos digan que le pongamos alas. Pues no. Los quads no vuelan, son maquinaria agrícola y así están registrados. No entiendo esta sinrazón de las administraciones”. El vicepresidente de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego, añadía: “Tienen matrícula agrícola y, sin embargo, no nos dejan utilizarlos en el campo. No se puede cerrar los ojos ante la evidencia”.

Cristóbal Cano, secretario general de UPA en Jaén, recalcaba la necesidad de homologar esta maquinaria: “El objetivo se ha cumplido. Espero que las administraciones vean la realidad. La normativa tiene que estar para ofrecer soluciones y la clase política tiene que dar respuesta a estos problemas. Llevamos años y años utilizando esta maquinaria y continuará siendo así”. Por último, el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, argumentaba: “No podemos estar asustados. Estamos tirados en el campo desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche que llegamos de la cooperativa y, encima, con miedo con el quad, pese a que es un vehículo que hace que el trabajo de las personas sea mucho menos penoso”.

Las tres organizaciones agrarias y las cooperativas leyeron un manifiesto cuando llegaron a la Plaza de la Concordia, en el que se insistió en que son vehículos para el campo y en el miedo que tienen los agricultores después de hacer una gran inversión para recoger la aceituna más rápido y de una manera menos penosa para los trabajadores que emplean.

El día de después. Hoy, un día después de la manifestación, la situación en el campo sigue igual. Las organizaciones agrarias y las cooperativas continúan con su labor de presión para exigir la homologación de los quads. En cambio, los olivareros han empezado ya con la aceituna —unos pocos— o comenzarán en unos días —la mayoría—. Quien saque un quad, sencillamente, se la juega. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales desautoriza su uso, pese a que las organizaciones agrarias digan que existe una normativa que sí que lo hace posible. En cambio, en Jaén no se entiende así. Los empresarios son los únicos que lo pueden llevar. Para los jornaleros está prohibido. Y salvo sorpresa, esta será la regla para la campaña de la aceituna.

“Nunca me he caído”
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Juan Antonio Olmo es un agricultor de Mancha Real. “Utilizo el quad para muchas labores en el campo. Para mí se ha convertido en una vehículo casi indispensable por las altas prestaciones que me ofrece. Casi todo el año, me vale para subirme y revisar el riego de la finca. Te permite moverte muy bien por el olivar. Ahora, durante la recolección, vale para tirar de los lienzos. Es un trabajo bastante penoso, que lo hace la máquina”, explica.

Respecto a la seguridad, Juan Antonio Olmo afirma: “Yo nunca me ha caído. Pienso que hay que usarlo bien porque se trata de un vehículo a motor. Si se hace un repaso, todo tiene sus riesgos. Hasta salir a la calle cada día puede resultar peligroso. En cambio, considero que se trata de un vehículo que se tiene que equipar con lo que haga falta para que no haya problema para usarlo en el campo. En lo que a mí respecta, tengo bastante claro que no se trata de un automóvil peligroso, aunque toda la maquinaria hay que utilizarla con responsabilidad y conocimiento cuando se trabaja en las fincas agrícolas”.

“Quita mucho esfuerzo”
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José Manuel Arroyo Escobar es un olivarero de Mancha Real que participó en la protesta por las calles de la capital para exigir la homologación del quad para que se puede utilizar sin problema en la agricultura. “Tengo este vehículo desde hace siete años. Sobre todo, lo uso para tirar de los lienzos en la campaña de recolección de la aceituna. Actualmente, tengo claro que ya no puedo trabajar sin él porque quita muchísimo trabajo”, manifiesta este agricultor.

Además, añade: “Es rotundamente falso que el quad quite jornales en la aceituna. Yo sigo llevando a la misma gente, pero todos trabajan con mucho menos esfuerzo. La gente agradece mucho que el quad tire de los lienzos, ya que quita mucho esfuerzo físico”. Asimismo, en relación a las dudas que existen sobre su peligrosidad: “Yo lo llevo siempre y nunca me he caído de él. No obstante, considero que actualmente existen muchos medios para garantizar la seguridad de las personas que lo llevan en el campo y que no existan accidentes graves en el caso de que surja algún problema”

“Llevo 10 años con él”
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Pedro Hervás Sánchez es un olivarero de Torres de Albanchez que ha incorporado el quad como parte indispensable de su labor diaria. Por eso, al igual que el resto, no dudó en traerlo a las calles de la capital para secundar la protesta que busca la homologación. “Lo utilizo para revisar el riego, tirar de los lienzos y también para hacer las curas que eliminan las malas hierbas del suelo de la finca. Llevo diez años con él y ya no concibo trabajar sin esta máquina, ya que me resulta muy útil”, manifiesta este agricultor.

Además, añade: “Es muy útil para la aceituna, ya que no tienes que tirar a mano de los mantones. Quita mucho trabajo, pero hay que saber utilizarlo. Un coche en manos de una persona imprudente resulta bastante peligroso. Si se habla de riesgos, no depende de la máquina, sino de la persona que la usa. Pero, como en todo, llevada por una persona que sea responsable y que sabe lo que hace no entraña peligro alguno para su manejo en los olivares”.

“No lo veo peligroso”
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Miguel Rico Chica es un agricultor de Torredelcampo. “No creo que el quad sea un vehículo peligroso. Sorprende porque tiene la homologación para el campo y cuenta con su matrícula agrícola, pero ahora nos encontramos con estos problemas. Yo pienso que hay que ser responsable con el quad y también con el tractor, el remolque y cualquier otro tipo de maquinaria. Si es así, no creo que se trate de un automóvil no apto para trabajar en el campo, sobre todo, porque nos resulta muy útil a los agricultores en nuestra labor diaria”, comenta Miguel Rico Chica.

Además, continúa: “Ahora esta máquina no para. La utilizo para tirar de los lienzos y se ve cómo la gente de la cuadrilla va menos forzada. Agiliza mucho el trabajo y te quita labores penosas. En cambio, yo este lo compré hace dos años. Haces un desembolso importante para mejorar las labores en el campo y ahora te encuentras con estos problemas. Creo que hay que hallar pronto una solución”.