En las afueras de su intimidad

Los Estudiantes sobresalen otro año más con una procesión solemne y multitudinaria por La Merced

27 mar 2018 / 08:57 H.

En las afueras de su intimidad, en una plaza donde no había hueco ni para el aire, el Señor del Bambú volvió a reinar. Detrás, la Virgen derramó sus lágrimas, mientras que la ronda de la tuna universitaria trataba de consolarla con sus canciones de amor eterno. El momento, como cada Lunes Santo, es irrepetible, único. La cofradía de Los Estudiantes recibió la devoción de su barrio, La Merced, y del mundo cofrade jiennense. Los lugares comunes no tienen razón alguna y la Pasión de Jaén es más hermosa cuanto más se repite. El Santísimo Cristo de las Misericordias inauguró la calle con su imagen antigua. Llenó la plaza con ese aroma a clausura, a recogimiento y emoción. De la boca oscura de la iglesia de La Merced salió el Señor, con su policromía sobrecogedora de latigazo recién infringido. Sorprende el ejército de hermanos armados de luz que acomaña a Jesús crucificado. Nuestra Señora de las Lágrimas llora a su Hijo, porque sabe que el final está escrito con letras de negro luto. A las puertas de la vieja parroquia, la Virgen se mece y, poco antes del primer golpe de pandereta, llora y llora por su Cristo. Irse hacia los cantones fue un maravilloso preludio para un regreso posterior por el Arco de San Lorenzo. El itinerario es breve pero, eso sí, larguísimo en cuanto a su belleza y singularidad. Elegante y recogido, sencillo y natural, el cortejo vuelve de Los Estudiantes vuelve a conseguir un sobresaliente en la memoria sentimental de los cofrades de Jaén.

El fervor a la Virgen hecho medalla
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Diario JAÉN continúa con su apuesta por el mundo cofrade de la capital con una colección extraordinaria. Cofrades y devotos pudieron adquirir sus medallas de la Virgen de Las Lágrimas en el estand ubicado junto a la Iglesia de la Merced. Desde primera hora de la tarde hasta después del inicio de la procesión, numerosos jiennenses se hicieron con este recuerdo con el que demuestran el fervor a la Dolorosa.