Europa crea un centro para detectar fraudes con el aceite

Los 28 países creen que es un producto de alto valor y buscan transparencia

15 mar 2018 / 08:57 H.

La Unión Europea incluye al aceite de oliva entre los productos alimentarios de mayor valor añadido, por lo que quiere la máxima transparencia. Por eso, será uno de los productos que más se vigilarán en un nuevo centro de información y conocimiento. La Comisión Europea anuncia la puesta en marcha —en Estrasburgo— del Centro de Conocimiento para combatir el fraude alimentario en la UE y potenciar la calidad de los alimentos tras los últimos escándalos de fraude alimentario, como el que afectó a la carne de caballo hace unos años y más recientemente al aceite de oliva, el vino, la miel, el pescado, los productos lácteos y las aves de corral.

El Centro de Conocimiento sobre el Fraude Alimentario y la Calidad de los Alimentos, que estará constituido por una red de expertos y será gestionado por el Centro de Investigación Conjunto, coordinará las actividades de vigilancia del mercado y dispondrá de un sistema de información y alerta precoz sobre el fraude alimentario, incluido a través del seguimiento de la información publicada en medios de comunicación y su transmisión a la población. Entre otros, vigilará la composición y propiedades de los alimentos comercializados con la misma marca y el mismo empaquetado en diversos mercados de la UE, con el objetivo de impedir las prácticas desleales de márquetin comercial y productos de menor calidad en función del país donde se comercializa pese a su empaquetado similar, expuestas en los países del Este de Europa.

La comisaria de Justicia, Vera Jourová, deja claro que el Ejecutivo comunitario se toma “muy en serio” la diferenciación “injustificada” en la calidad de los alimentos y subraya la importancia de contar los “mejores datos científicos” para atajar el problema, motivo por el cual el Centro de Conocimiento también ayudará a desarrollar “una metodología común de análisis” que contribuirá a su vez “a aplicar y hacer cumplir la legislación alimentaria y de protección de los consumidores”.

El centro también permitirá conectar los sistemas de información de los 28 países y de la Comisión, por ejemplo, sobre la composición de determinados productos agroalimentarios de gran valor, como el vino o el aceite de oliva. Los expertos del centro, que financiará plenamente la Comisión y complementará el trabajo de La red de la UE contra el Fraude Alimentario, apoyará en el diseño de las políticas de la UE y de los 28 países para facilitar el acceso a los últimos conocimientos científicos, incluido a través de informes periódicos, bases de datos y mapas interactivos entre otros. También contribuirá a generar conocimientos específicos por país, por ejemplo indicando las competencias y las infraestructuras de laboratorio de los países.

El comisario de Educación, responsable del Centro Conjunto de Investigación, Tibor Navracsics, pone en valor el papel de la UE: “Ayudará a atajar una actividad delictiva transnacional como es el fraude alimentario y defendió que el Centro de Conocimiento “constituye un paso importante”. Además, señala: “Contribuirá a proteger la integridad de la cadena alimentaria de la UE y a salvaguardar la calidad de los productos alimentarios, generando así un valor añadido claro para los europeos”. De esta manera, se quiere evitar que los consumidores europeos tengan dudas con alimentos de alto valor, como el aceite de oliva, o que proliferen casos dudosos o fraudulentos que minen la confianza en este producto, lo que, al final, conlleva un perjuicio para toda la cadena de valor.