Felipe VI defiende la España vaciada

El Rey pide compromiso con el campo para mantener a España como potencia agroalimentaria

05 abr 2019 / 11:40 H.

Un tibio sol recibió a Felipe VI en su séptima visita al “mar de olivos”. A las doce menos cuarto de la mañana, el monarca descendió del “Mercedes” negro y lanzó su primer saludo a las decenas de jiennenses que lo aguardaban en la explanada del Teatro Infanta Leonor, el primer espacio público dedicado a su hija primogénita y que él mismo inauguró en enero de 2008. “Viva el Rey”, gritó entonces un hombre, lo que hizo brotar los primeros aplausos de entusiasmo. Su Majestad fue recibido por el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Jesús Lucrecio Fernández, el alcalde de Jaén, Javier Márquez, y Pedro Barato, presidente de Asaja. Enfiló la entrada principal, se hizo una foto de familia con las autoridades en un “photocall” y, uno a uno, estrechó la mano a los participantes del Congreso Nacional de Jóvenes Agricultores. Después, Felipe VI accedió al patio de butacas, donde recibió una sonora ovación. Fue la primera de una jornada en la que el Rey defendió el compromiso de la Corona con los hombres y mujeres del campo. “Me vais a tener siempre con vosotros”, dijo para cerrar un discurso que comenzó con elogios a Jaén y al mar de olivos: “Estamos en el corazón de Andalucía, en la provincia donde mayor peso específico tiene la agricultura en su economía; una tierra que todos identificamos tanto con ese árbol mítico y maravilloso de nuestra herencia y cultura mediterráneas, el olivo”.

Un discurso en el que trató de lleno el problema de la despoblación, protagonista del debate político en las últimas semana. De hecho, el Rey hizo una defensa de la España vaciada: “El medio rural español representa alrededor del 85 por ciento del territorio nacional. Sin embargo, en él vive menos del 20 por ciento de la población. Esos porcentajes ponen de manifiesto que el reto demográfico y la despoblación de los municipios rurales son los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en España”, analizó.

Su Majestad el Rey lanzó también un mensaje de optimismo, apoyado en el papel que deben jugar los jóvenes: “Sois garantía de futuro en cualquier sector. Así, para que el medio rural y el sector agroalimentario tengan porvenir, necesitamos el compromiso de todos y que seamos una tierra de oportunidades para nuestra juventud”. Y añadió: “Tengo la esperanza de cada vez más jóvenes encuentren en la agricultura, la ganadería o la silvicultura una profesión que les garantice un futuro digno y que contribuyan a que España siga siendo una potencia agroalimentaria a nivel global y un referente en alimentos saludables y de calidad”.

Por ello, Felipe VI pidió un compromiso unánime con el mundo rural para así ayudar a los jóvenes a mantener a España como “una potencia agroalimentaria de primer orden”. “Sin duda, la agricultura de la próxima década será la agricultura de la revolución digital y necesitamos un relevo generacional para aprovechar todo su potencial y que España siga siendo una potencia agroalimentaria de primer orden”, dijo el monarca para apostar por la “revitalización del mundo rural”.

Concluido el acto de clausura del Congreso, don Felipe se desplazó a la Sala de Protocolo, donde firmó el libro de honor de Asaja y visualizó el cortometraje “Dicen”, obra de Marta García y ganador del certamen organizado por la organización agraria. Después, Su Majestad el Rey recibió a una representación de la Universidad de Jaén, encabezada por su rector, con motivo de la conmemoración, el pasado año, de su XXV aniversario. Fue el momento de decir adiós. Sobre las dos de la tarde, Felipe VI volvía a subirse al coche oficial, que lo llevó hasta el campo de fútbol, donde había aterrizado el helicóptero en el que viajó al mar de olivos.