Jaén abandera la protección de la cata para defender el buen aceite

La Diputación será escenario de la firma de una carta que no contenta a todos

07 abr 2018 / 11:22 H.

Firmar un manifiesto para proteger el panel de cata con aval indiscutible de la calidad del aceite de oliva no es “coser y cantar”. La cita está prevista para el próximo martes a las once y media de la mañana en la Diputación Provincial de Jaén, que será el escenario de la ratificación de una carta que a la mayoría contenta, pero que también genera dudas en algunos agentes del sector oleícola. Por eso, ayer —a última hora de la tarde— había quienes no dudaban en que estarían para avalar el documento, pero otros tienen reservas, al menos, si se mantienen algunos puntos del documento actual.

Jaén quiere reaccionar de forma firme a un documento que presentó la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) y la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) —avalado por unas 90 empresas— en el que se decía que el panel test, tal y como se concibe actualmente, genera inseguridad jurídica en las operaciones comerciales, sobre todo, en el extranjero. Además, dejaba ver que podía existir subjetividad en este método —hay estudios hasta que intentan diseñar una “nariz” electrónica que evite el componente humano—.

En cambio, el documento parte de premisas claras. Por un lado, afirma que se trata de una reacción a lo que se considera una denuncia contra la inseguridad jurídica realizada por los grandes envasadores y exportadores. Asimismo, señala que el panel cata es imprescindible para todos los aceites vírgenes y extra y para que los consumidores encuentren un producto acorde a esta categoría. También recalca que se trata de una clasificación objetiva, por lo que puede al Ministerio de Agricultura que continúe la aplicación del método, tal y como dicta la normativa europea actual.

La Diputación Provincial de Jaén, la Asociación Española de Municipios del Olivo, el Consejo Económico y Social de la Provincia, la Universidad de Jaén, la Universidad de Córdoba, la Asociación Provincial de Envasadores de Jaén (Apeva), la Federación de Fabricantes de Aceite de Oliva de Jaén (Infaoliva), la Denominación de Origen de Sierra Mágina, la Denominación de Origen Sierra de Cazorla, la Denominación de Origen de la Sierra de Segura, Jaén Selección y la Federación de Productores de Aceites de Oliva de Jaén —el germen de lo que será la IGP “Aceite de Jaén— avalarán este manifiesto. No obstante, ayer se encontraban en una cadena de llamadas para analizar el documento y fijar una postura, aunque entre las citadas parecía que había unanimidad en el respaldo. Se trata de un texto al que se pueden sumar todas las empresas, instituciones y organizaciones vinculadas con el aceite de oliva virgen o virgen extra que lo deseen, por lo que se espera a muchas más.

En cambio, hay quienes tienen bastante más dudas. Cooperativas Agroalimentarias —además de Anierac y Asoliva— considera que el documento, tal y como se concibe, entra en clara contradicción con la realidad de que, a su juicio, sí que existe inseguridad jurídica con el panel test. De ahí que afirma que no es su voluntad eliminar el panel de cata, pero señala que sí hace falta mejorarlo o, lo que es lo mismo, fortalecerlo con otros instrumentos. De hecho, se remite a un proyecto operativo con la Universidad de Granada, la Fundación del Olivar y el Ifapa en el que se trabaja para ello. Por eso, tiene muchas dudas a la hora de firmar un texto que dice que no hay problema de inseguridad jurídica.

El texto del manifiesto

“En relación con la demanda de algunas organizaciones del sector del aceite de oliva al Ministerio de Agricultura en las que denuncian inseguridad jurídica en la aplicación de la normativa vigente de análisis sensorial (cata) de aceites de oliva vírgenes, proponiendo su no aplicación, desde el grupo de asociaciones, agrupaciones y organismos públicos y privados ligados al sector oleícola abajo firmantes nos manifestamos como sigue:

Consideramos que el método de análisis sensorial aplicado a los aceites vírgenes (panel test) es una herramienta indispensable en la actualidad para la clasificación de los aceites de oliva vírgenes, que permite diferenciar los aceites vírgenes extra, de los vírgenes y los lampantes, por encima de los análisis físico-químicos. Consideramos que es imprescindible que los aceites de oliva vírgenes extra y vírgenes tengan que pasar esta prueba, no sólo para valorizar el enorme esfuerzo de los olivareros y las almazaras productoras, sino para que los consumidores que adquieren un aceite de oliva virgen extra no solo encuentren un producto acorde con la categoría declarada en su etiqueta, sino con la que su descripción merece y sin defectos organolépticos.

(....) “De ninguna manera podemos admitir un futuro donde el consumidor adquiriese un aceite físico-químicamente admisible pero con patentes defectos organolépticos, etiquetado bajo el nombre del buque insignia de todos los aceites de oliva, del aceite de oliva virgen extra. Por tanto, los firmantes manifestamos que no compartimos el problema de la inseguridad jurídica aducido, por falta de argumentos consistentes, objetivos y demostrables, y solicitamos al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que continúe la aplicación de dicho método, tal y como exige la normativa europea actual, aunque se inicien actuaciones para buscar la mejora del método”.

EL miedo a los desodorizados

CAlidad. Se puede conseguir un aceite de oliva virgen extra químicamente, pero nunca organolépticamente. Existen fórmulas para que los lampantes cumplan con las normas de calidad respecto a la acidez, pero siempre serán descubiertos por un panel de cata experto. De ahí que los productores de calidad “sacan las uñas” para defender su producto ante la posibilidad de que caiga la cata y sea un coladero.

Problemas en los mercados

Inseguridad. En el otro lado están los exportadores, los envasadores y muchos fabricantes y cooperativas. Afirman que existen aceites que pueden ser catalogados de una manera o de otra y que fuera de España, sobre todo, se enfrentan a sanciones muy graves (aquí también) e, incluso, a procedimientos penales. De ahí que reclaman más garantías, ya que creen que el panel de cata no ofrece todas las que necesitan.

¿Se quiere quitar el panel de cata?

Dudas. Anierac y Asoliva, en el último comunicado, que fuentes cercanas al sector afirman que no sentó nada bien en el propio Ministerio de Agricultura no decían directamente de quitar el panel de cata, aunque le “echaban tierra”. Sin embargo, sus defensores consideran que se trata de una estrategia para desacreditarlo y, después, acabar con él o, simplemente, arrinconarlo para que vaya perdiendo validez.