La empresa Ingerop T3 chequeará el tranvía

La empresa Ingerop T3 (Tecnología de Transportes Terrestres) realizará la auditoría técnica del tranvía. La adjudicación, que se esperaba inminente, una vez que, en junio, se abrieron los sobres con la documentación administrativa y económica de las seis licitadoras que pujaban por el contrato, fue uno de los platos fuertes de la primera mesa de contratación del nuevo curso político.

Especializada en ingeniería en transportes públicos y, en particular, en la integración de sistemas tranviarios y plataformas reservadas, Ingerop T3 hará el chequeo del “lagarto eléctrico” por 37.550 euros más IVA, sobre un precio base de licitación de 60.500 euros. Será la segunda vez que los profesionales de la firma pongan sus manos en el tranvía, puesto que —recordó el edil de Hacienda en un comunicado— ya participaron en su construcción, lo que demuestra que la empresa “cuenta con solvencia y experiencia suficientes para llevar a cabo la auditoría”, apostilló Manuel Bonilla.

Con el beneplácito de la mesa de contratación, el concejal manifestó su esperanza en que, “a la mayor brevedad posible”, se pueda poner en marcha el contrato para conocer el estado en el que se encuentra una infraestructura que lleva seis años parada, encerrada en unas cocheras, en Vaciacostales, que no se libraron del asalto de los vándalos y del robo de material informático en el verano de 2015.

Tras 4 años renegando del sistema tranviario y escenificando un crudo enfrentamiento con la Junta de Andalucía, en noviembre de 2015, con Felipe López como consejero de Fomento, el todavía alcalde, José Enrique Fernández de Moya, aceptó la puesta en marcha de una comisión técnica para estudiar la viabilidad de la entrada en funcionamiento de este medio de transporte. Sobre una reducción del número de vehículos en circulación y una ampliación de las frecuencias de paso, la Administración autonómica tendía una mano al Ayuntamiento y, más allá de los acuerdos firmados, se comprometía a sufragar el 40% del déficit de explotación, pero, previamente, había que auditar el sistema para conocer su estado. A esto último se comprometió la entidad local, pero, primero, las dificultades económicas y financieras del Ayuntamiento y, después, un recurso del Colegio de Ingenieros de Caminos y Puertos ha demorado el proceso de contratación hasta ahora. Salvada ya la adjudicación y a la espera de las conclusiones que resulten de la auditoría, que, de acuerdo con el pliego de prescripciones técnicas, deberá durar dos meses, el principal escollo sigue siendo económico. “No vemos ningún inconveniente en poner el sistema tranviario en funcionamiento siempre y cuando el déficit y las inversiones necesarias para su puesta a punto sean financiados por la Junta de Andalucía y se implique con esta ciudad y sus infraestructuras de transporte, tal y como lo hace en otras ciudades andaluzas”, remachó el concejal de Hacienda el mismo comunicado.

oposición. “Que no se gasten en balde” los casi 50.000 euros del erario público municipal que costará la auditoría. Este es el deseo que expresó, en otro comunicado, la viceportavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Mercedes Gámez, que reprochó: “Son casi 50.000 euros los que va a costar cuantificar los destrozos que el PP ha causado en una inversión de 120 millones de euros solo por no cuidar y mantener la infraestructura como era su obligación”.

La socialista reclamó al alcalde, Javier Márquez: “Que no genere falsas expectativas sobre la puesta en funcionamiento del tranvía. Que se ponga de acuerdo con su partido y diga si el Ayuntamiento va a cumplir de una vez por todas con su parte del convenio y va a poner a funcionar el transporte, porque los días pares dice Miguel Contreras que no va a funcionar nunca y los impares sale él diciendo que sí”.