La Feria se deshace a ritmo frenético con 150 trabajadores y cientos de camiones

Una legión de transportistas viaja hasta Jaén para cargar la maquinaria y distribuirla por 25 provincias españolas

15 may 2017 / 10:26 H.

Expoliva se deshace a un ritmo frenético. Cuando acabó la jornada de ayer, el Recinto Provincial de Ferias y Congresos de Jaén ni se parecía a lo que fue durante el miércoles, jueves, viernes y sábado. El pabellón interior cubierto está casi vacío. Quedan algunas maderas que componían los expositores de diseños y grandes máquinas de almazara que esperan a que venga el camión.

Alrededor de 150 personas trabajan en el desmontaje de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines. Son carpinteros, electricistas, carretilleros, mozos de carga y vigilantes de seguridad. Existe hasta una ambulancia dentro del protocolo de seguridad, que cuenta con una enorme vigilancia. Guardias solicitan la documentación a cualquier persona que pasa al recinto y plasman en un registro su nombre, apellidos y el Documento Nacional de Identidad para tener un control minucioso de cualquier operario que esté dentro de los pabellones. Asimismo, todos los camiones que acceden a la Institución Ferial tienen que contar con una orden firmada que diga qué empresa les ha mandado y qué maquinaria tienen que retirar. Luego, por la noche, la vigilancia privada sigue, ya que dentro de lo que fue Expoliva 2017 quedan muchos millones de euros en maquinaria.

El trabajo más físico se desarrolla en el interior de los pabellones. La labor de fuera es más logística, que pasa por identificar al camión que llega, pedirle al conductor que cumplimente toda la documentación y montar la maquinaria. Hay transportistas que aseguran que les quedan unos días intensos. De hecho, explican que tienen que dar hasta cinco y seis viajes a Madrid —hasta el miércoles— para subir los tractores que se bajaron a Expoliva.

El jefe de seguridad de la Institución Ferial, Antonio Zafra, explica la intensa labor: “Es desmontar lo que ha sido una gran ciudad que ha acogido a miles de personas. Anoche —en relación al sábado por la mañana— hubo expositores que estuvieron hasta las once de la noche liados, ya que se marchaban y tenían que llevarse todo el material que bajaron. Hoy —por ayer— hemos comenzado a las nueve de la mañana y la actividad es frenética. Llevamos un control muy minucioso y, afortunadamente, todo se desarrolla sin problemas o sobresaltos”.

El horario. Ferias Jaén ha informado a todas las empresas que existen 3 días para retirar el material. Las instalaciones abren a las ocho y media de la mañana y se puede trabajar hasta las nueve y media de la noche. La idea es que Expoliva 2017 “desaparezca” antes del miércoles por la mañana. No obstante, si algún expositor encuentra un problema, la organización contempla medidas para que retire su material, que pasaría por alargar hasta el miércoles por la tarde, aunque la idea inicial es que no haga falta.

El ritmo de entrada y de salida de camiones realmente sorprende. Incluso, existen vigilantes encargados de regular el tránsito en determinados momentos. Igual que existen empresas de 25 provincias que han traído material, ahora es el momento de devolver la maquinaria a su lugar de origen. La mayoría parte hacia Madrid, pero también existen otras zonas, como Zaragoza, Sevilla, Córdoba, Málaga y Barcelona que esperan máquinas que han estado expuestas en la feria. Existen camiones que también van rumbo a puertos como el de Motril, Algeciras o Valencia, ya que hay material que tiene que regresar a través del mar.

NOSTALGIA. Ayer, lo que quedaba de Expoliva generaba algo de melancolía. Mientras que las banderas de las grandes empresas ondeaban y decoraban en la Institución Ferial, las instalaciones se veían casi vacías después de acoger a más de 50.000 profesionales —la cifra final se conocerá cuando termine el registro— durante cuatro días tremendamente positivos para la provincia jiennense. Las vallas y las señales del dispositivo de tráfico todavía seguían en la carretera de Granada, aunque ya sí que se podía circular con total normalidad. No obstante, la misma sensación que ofrece la Institución Ferial se ve en la propia ciudad. Los hoteles —después de colgar el cartel de completo— ayer vivían una jornada con sus habitaciones prácticamente vacía. Sirvió para emprender tareas de limpieza y dar descanso a buena parte de la plantilla tras una semana de vértigo. Sin embargo, pese a que Expoliva 2017 ya ha terminado, no hay duda de que ha dejado mucho en Jaén. Hoteles, bares, restaurantes y cafeterías están muy satisfechos. Además, la provincia ha dejado una firme imagen de liderazgo en el sector oleícola, que no solo se refleja en los mercados, sino en sus pueblos y ciudades en forma de autoestima. Ha sido un gran negocio.