La Guardia Civil redobla sus esfuerzos contra el furtivismo

Los agentes realizan unos 770 servicios en los campos y montes jiennenses

10 abr 2018 / 09:08 H.

Cuando los guardias civiles del Seprona se le acercaron “mostró cierto nerviosismo”. El hombre estaba en su coche, un vehículo todoterreno. Simplemente esperando. Se encontraba apostado en un lugar que suele ser zona de paso de grandes grupos de machos monteses, que cruzan en busca de alimento. A los agentes no les falló el olfato. Debajo del asiento del copiloto, localizaron una mochila con un rifle del calibre 222, con visor, silenciador y linterna. En otro lugar del coche, hallaron un visor nocturno y otra linterna de infrarrojos. Estaba en una zona del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas Él ha sido una de las siete personas investigadas por la Guardia Civil durante el último dispositivo contra el furtivismo en la provincia, que se ha desarrollado durante seis meses. Se le imputó un delito de tenencia ilícita de armas, porque carecía de la documentación requerida.

Desde septiembre hasta marzo, unos 380 agentes han “peinado” los montes, sierras y cotos de Jaén para tratar de acabar con los que cazan y roban desmogues al margen de la ley. Es una batalla que se ha librado directamente en el campo, donde actúan los furtivos, y que ha contado con todos los medios humanos y materiales, desde motocicletas hasta embarcaciones para surcar los pantanos y embalses jiennenses. Incluso, se han llegado a utilizar cámaras térmicas, que detectan la temperatura de los ilegales que se cubren con la oscuridad de la noche, vehículos camuflados y hasta un helicóptero.

Los resultados han sido, desde luego, espectaculares. Y es que los agentes han realizado unos 770 servicios desplegados por toda la provincia. Es prácticamente el doble de la temporada pasada, cuando se hicieron 400. Los miembros del Seprona, apoyados por compañeros de otras especialidades, han hecho especial hincapié en los cuatro Parques Naturales: Cazorla, Segura y Las Villas, Despeñaperros, Sierra de Andújar y Sierra Mágina. Han sido investigadas siete personas por delitos contra la fauna y la flora, relacionados con la caza ilegal, los daños en cotos, el robo y la tenencia ilícita de armas. Los agentes han retirado del campo decenas de jaulas trampa, cepos y otros medios de caza indiscriminada y que están prohibidas por la normativa vigente. También se han formulado 36 denuncias por infracciones administrativas, la mayoría relacionadas con la sanidad animal, tal y como explica la Comandancia en un comunicado.

La Guardia Civil destaca que el operativo desplegado por esta orden de servicio ha sido efectivo “en la parte disuasoria”. Los agentes explican que su sola presencia en el monte y en los campos ha hecho que muchos furtivos se lo piensen. Además, también es importante la colaboración con otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como la Policía Autonómica; con los agentes de Medio Ambiente y con los guardas de campo de las fincas, que han contado con la plataforma “AlertCops” para notificar cualquier irregularidad que pudieran apreciar prácticamente de forma simultánea.

La guerra sin cuartel que libra el Instituto Armado en la provincia contra los furtivos no es nueva. Cada año se pone en marcha un dispositivo que trata de evitar esta caza ilegal. Comienza en septiembre, en plena época de berrea, y termina cuando concluye la temporada. Lo que ocurre en los últimos años es que el despliegue se ha intensificado. Y es que el furtivismo es mucho más que la “acción de cazar o pescar sin permiso en un coto vedado”. Va mucho más lejos, porque detrás de esta práctica se esconde un lucrativo negocio manejado por personas sin escrúpulos o por grupos organizados que buscan obtener “trofeos” —cuernos, colmillos, cabezas o el cuerpo entero para disecar— de animales para su venta en un mercado que, por lo que se ve, es bastante floreciente. Los que cazan y roban desmogues al margen de la ley suponen un problema que preocupa, y mucho, en la provincia.

La operación se ha centrado en verificar las autorizaciones concedidas para la celebración de la modalidad de caza, las credenciales de cazadores y rehalas participantes, así como en detectar actividades furtivas, especialmente “retrancas”, y controlar las carnes de caza. Además, se puso especial atención en la inspección de las armas utilizadas, fundamentalmente rifles, por la peligrosidad que entrañan, y se han comprobado los certificados o talones demostrativos de desinfección de los medios de transporte de los perros.

La Guardia Civil ha pretendido, igualmente, concienciar a los cazadores con rehala para que tengan en regla las autorizaciones administrativas necesarias, como la inscripción de núcleos zoológicos, identificación y registros de canes, y la posesión de las correspondientes licencias de caza. Los agentes se distribuyeron en puntos de vigilancia, verificación y control próximos a las zonas donde se realizaba la actividad cinegética con el objetivo de detectar la presencia de cazadores furtivos o la extracción de las carnes de las reses abatidas sin control sanitario. En este sentido, realizaron 369 controles, especialmente en la Sierra de Andújar y el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

La Guardia Civil ha constatado que se sigue produciendo el furtiveo de cuernas de ciervo y gamo. El principal motivo es el alto valor que tienen en el mercado, ya que un kilo puede llegar a alcanzar, esta temporada, incluso los 60 euros. El último año se pagaron hasta 40 euros, cuando su precio normal sería unos 20. Y es que este producto cada vez se demanda más desde mercados como Asia, principalmente China, que compra la mercancía por contenedores a través del puerto de Hong-Kong para su uso en medicina tradicional. Ahora se ha detectado una emergente línea de exportación que hace pensar que se incrementará, todavía más, la demanda de los trofeos de caza. Se tiene constancia de un nuevo mercado que procede de Estados Unidos, donde los cuernos se utilizan para hacer “tacos” dentífricos para animales de compañía, principalmente perros. Además, cada vez son más las webs que anuncian las astas de ciervo como el “cepillo de dientes” natural para canes.

cOLABORACIÓN ENTRE DISTINTAS PROVINCIAS

DISPOSITIVO. La Guardia Civil de Jaén estableció contactos con las comandancias de las provincias limítrofes —Córdoba, Granada, Ciudad Real y Albacete— para la coordinación de los servicios enmarcados en el despliegue contra los furtivos. De esta manera, se articuló un sistema de intercambio de información “ágil y operativo”. Además, ha habido contacto constante con los guardas de las fincas y los cotos.