La noche que se nutrió de luz y color para viajar en el tiempo

La ciudad renacentista celebra su XV aniversario como Patrimonio de la Humanidad

04 jul 2018 / 08:22 H.

Quizás suene romántico, pero, si aquellos artistas del Renacimiento que diseñaron, al detalle, cada una de las grandes obras que alberga la ciudad de Baeza hubieran vivido lo que aconteció en la Plaza de Santa María, seguro que se sentirían orgullosos de haber creado historia en el bello municipio de La Loma, así como de sus vecinos. Y es que Baeza desprende encanto por cada rincón, pero sus habitantes saben cuidarla y disfrutarla al máximo.

Señal de ello fue la celebración del XV aniversario de la proclamación de Úbeda y Baeza como Patrimonio de la Humanidad, un sueño hecho realidad del que se cumplen tres lustros. Para celebrarlo se preparó lo que, sin duda, será una de las grandes citas del año. La velada la abrió el cronista oficial, José Luis Chicharro, que recordó aquel 3 de julio de 2003, cuando se llegó a la meta y la gran suerte de todos los que pudieron ser testigos de un hito histórico para ambas ciudades. También fue el encargado de presentar un vídeo del presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, quien reforzó el compromiso de la Administración para sumar y crecer.

Y como no se entiende la una sin la otra, Úbeda estuvo muy presente con otro vídeo en el que Antonia Olivares, la alcaldesa de la eterna compañera de viaje, quiso llevar la alegría de sus vecinos hasta la Plaza de Santa María y recordar el camino recorrido juntas. El relevo lo tomó la dirigente baezana, Lola Marín, que se dirigió al público para compartir la alegría de una fecha histórica, de una larga travesía que comenzó cuando se empeñaron en formar parte de la Unesco.

“Sabíamos que el trayecto sería largo, pero estábamos convencidos de la singularidad de nuestra ciudad. Generaciones de baezanos humildes y trabajadores que supieron conservar y cuidar nuestros valores durante siglos. Seguridad, confianza, respeto y, sobre todo, la voluntad de proteger nuestro patrimonio común”. Así recordó la alcaldesa el espíritu con el que se asentó la búsqueda de su nombramiento. Terminó con el recordatorio de que Baeza ocupa un lugar destacado en el mundo y con una invitación a “reflexionar, sabiendo que lo mejor está por llegar”. A ello siguió un afectuoso aplauso de vecinos, visitantes y autoridades invitadas, como Juan Ángel Pérez, diputado de Cultura; Pilar Salazar, delegada de Cultura; la Corporación Municipal, el coronel director de la Guardia Civil y exalcaldes baezanos.

Fue entonces cuando llegó el momento en que el silencio se apoderó de un municipio que respiró emoción y la noche se llenó de luz; los colores comenzaron a sucederse para contar una historia, la de una ciudad, la de sus gentes. Para hacer memoria de aquellos que no están, pero lo entregaron todo por ella, y para disfrutar de una tierra que, desde hace quince años, no es solo de los jiennenses, es de toda la humanidad.

La bella mirada de un “Vandelvira” satisfecho
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En una fecha tan señalada para todos los baezanos, la figura de Andrés de Vandelvira, responsable de algunos de los lugares más representativos de la ciudad, no podía estar ausente. Para recordarlo se le homenajeó mediante un busto en bronce, instalado en la Plaza de San Francisco y sufragado con las ayudas a Municipios Turísticos de la Consejería de Turismo y Deporte, de las que se beneficia Baeza. Al acto de presentación acudieron numerosas autoridades políticas del municipio, así como la alcaldesa, Lola Marín; la delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo, y la de Cultura, Turismo y Deporte, Pilar Salazar. La nueva escultura está realizada por el profesor de la escuela de arte de la ciudad, Antonio Pérez Almahano. El autor ha recreado al arquitecto de una forma altiva y observadora de su propia obra, el auditorio de las ruinas de San Francisco, su construcción culmen, según escribió su hijo Alonso Vandelvira.