La nueva fase de peatonalización siembra dudas

Guste más o menos, con el cuerpo ya hecho a las restricciones aplicadas al estacionamiento de motos y ciclomotores y a las cargas y descargas, parte del equipo de Gobierno local reunió, ayer, a los líderes de las tres federaciones vecinales de la capital —aunque solo acudieron de “Objetivos Comunes” (OCO) y “Ciudadanos por Jaén”— para explicarles cómo continuará la peatonalización del centro. La segunda fase comenzará en otoño. Previsiblemente, a finales de septiembre o principios de octubre, y, excepto para residentes y vehículos de emergencia, supondrá el cierre al tráfico de la castigada Plaza de Santa María y de la calle Bernabé Soriano.

Esta nueva fase obligará a acometer ciertas obras que, no obstante, se adivinan menores. A partir de la información que se les trasladó, la presidenta de “OCO”, Pepi Alcántara, indicó a este periódico que se adecuará la Plaza del Deán Mazas para dejarla totalmente peatonal, si bien no se les concretó cómo lo harán. Como alternativa al paso de los vehículos por Bernabé Soriano, se adaptará la curva de la acera entre el Paseo de la Estación y Madre Soledad Torres Acosta para que el tráfico —especialmente, los autobuses urbanos— puedan girar y seguir su recorrido hasta los barrios del sur, pasando por Los Jardinillos y encadenando Doctor Eduardo Arroyo, Álamos y Ramón y Cajal hasta desembocar en la glorieta de la carretera de Otíñar (popularmente conocida como ‘del pino’).

Una vez ahí, el sentido de la circulación continuará por la Ronda Sur evitando La Alcantarilla y enlazando, después, con la carretera de La Guardia (JA-3200) hasta conectar con la Avenida de Granada. Luego, según se expuso a los vecinos, el tráfico descenderá por la Avenida de Madrid y, en el caso de las líneas de autobús que conectan los barrios del sur, doblarán por la calle Baeza hasta llegar a la Plaza de las Batallas y subir por el Paseo de la Estación.

“[La Concejalía de Tráfico] está abierta a sugerencias y nos han dicho que, si no va bien la cosa y hay que dar marcha atrás, no pasa nada”, destacaron la presidenta de “OCO” y su homóloga en “Unidos por La Merced” y miembro de la directiva de “Ciudadanos por Jaén”, Guadalupe Espinosa. Esta última valoró: “Todo lo que sea un bien para el casco histórico y para la Catedral, lo vemos bien, pero siempre sin perjudicar a los comercios y a los vecinos y sin desproteger esta zona [en referencia a los barrios del sur]”, que lamentó: “Están un poquito aislados”.

“Si alguien que vive en El Tomillo quiere ir al Mercado de San Francisco, ¿cómo lo hace en autobús?”, preguntó Alcántara en la reunión. La respuesta que recibió fue que tendría que bajar en la parada de la Puerta Barrera y, desde ahí, ir caminando hasta la plaza de abastos o bajar por la calle del Rastro (antigua Correa Weglinson) para coger otro autobús en el Paseo de la Estación que la deje en la parada de la calle Álamos. “Ir andando está bien para los jóvenes, pero no para la gente mayor”, señaló la presidenta de “OCO”. Alcántara, que acudió acompañada de otros dos miembros de su directiva, Juan Torres (San Vicente de Paúl) y Antonio Molina (Cauce), advirtió de que esto supondría, además, el pago de dos billetes, dado que la concesionaria del autobús (Herederos de José Castillo Castillo) aún es reticente a instaurarlo en todas las líneas, como es práctica generalizada en todas las capitales de provincia andaluzas.

Esto, y el “vueltorro” en autobús que tendrían que dar los vecinos de la zona sur para llegar al centro o a otros barrios de la ciudad llevó a la presidenta de “OCO” a pedir al edil de Tráfico una nueva reunión en la que les detalle estos cambios a los presidentes de las asociaciones vecinales de la zona, para que, como principales afectados, expongan dudas y también puedan formular propuestas. Lo que tienen meridianamente claro es que el sur no puede quedar incomunicado.