La provincia pierde casi treinta mil habitantes en cinco años
La edad media de los jiennenses es de 43,1 años, por debajo de la española
Desde la distancia. Así es como muchos jiennenses viven y recuerdan su tierra, pues, con el paso de los años, son cada vez más las personas que tomaron la decisión de marcharse de la provincia para rehacer su vida en otros lares. Como consecuencia, tanto la capital como el resto de municipios se están enfrentando, cada año, a la pérdida de centenares de vecinos. A un ritmo casi vertiginoso durante el último lustro, la población de Jaén pasó de ser de 670.242 a 643.484, una variación de casi treinta mil personas.
Los registros del padrón jiennenses son cada vez más finos. Sus ojos están puestos en las oportunidades que ofrecen ciudades más grandes como Madrid, Barcelona o Sevilla, lo que provoca que muchos opten por abandonar su tierra. Las nuevas generaciones son cada vez más propensas a tener menos hijos y el bienestar ha aumentado tanto que la esperanza de vida en España es cada vez mayor. Problemas de los que no se libra la capital de la provincia. Según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2007 a 2017, Jaén perdió más de dos mil habitantes. Una caída que, además, parece continuar en 2018 y que contrarresta con la media nacional, pues el total de personas inscritas en el Padrón Continuo a 1 de enero de 2018 fue de 46.698.569 habitantes, lo que supone un aumento de 126.437 personas (un 0,3%) respecto al año pasado.
DESPOBLACIÓN. Sin embargo, no es solo la capital la que sufre los estragos en el número de sus gentes. Los municipios jiennenses están inmersos en un descenso poblacional que se remontan a los últimos diez años. En los últimos datos recogidos por el INE se muestra que la provincia perdió 26.958 habitantes de 2012 a 2017, una caída en picado desde 2010, donde el aumento de los años posteriores terminó, posiblemente, al inicio de la crisis. Esta problemática llegó y se instaló, de forma casi irreversible, en los pequeños pueblos de la provincia. Son estos los más afectados por la migración de los jiennenses, como Hinojares, que en 2017 contaba con tan solo 334 habitantes tras haber perdido, en diez años, 113. Una cifra que, aunque no sea muy alta, sí supone una gran pérdida para el pueblo. Esto mismo ocurre en Villarrodrigo, que en 2007 contaba con 532 vecinos y, el año pasado, tan solo con 425.
El descenso en el número de nacimientos es uno de los principales motivos por los que Jaén se encuentra en esta posición. Los datos recogidos por el Complejo Hospitalario de Jaén señalan que, cada vez, hay menos nacimientos. En 2016, se produjeron 4.985 partos; mientras que el año pasado fueron 4.622. Es decir, un 7,3% menos en tan solo un año de diferencia. De ellos, en el hospital de la capital se registraron 2.090 nacimientos, 1.080, en Úbeda, 951, en Linares y 501, en Andújar. Los datos provisionales de 2018 del INE indican que de cero a nueve años hay 57.473 niños en toda la provincia; sin embargo, esta cifra se contrapone con los 98.905 jiennenses que tienen entre cincuenta y cincuenta y nueve años, rango de edad en el que se sitúa el mayor número de habitantes de la provincia. Con cada vez menos niños en la provincia, la población jiennense se sitúa entre una de las más envejecidas de España. La esperanza de vida aumentó mucho en este país, lo que hace que el número de personas mayores de 65 años sea mucho mayor. Asimismo, las defunciones en la provincia mantienen, aproximadamente, los mismos niveles desde 2015 y se establecen en una media de 6.500 personas al año. Según recoge el INE en sus datos provisionales de 2018, la edad media jiennense se encuentra en 43,1 años. En este caso, son las mujeres las que tienen más edad, 44,4 años frente a los 41 de media en los hombres. Como punto positivo, destaca que la provincia se sitúa por debajo de la media española, que alcanza los 43,94 años. El envejecimiento constante de la población es uno de los problemas más extendidos en toda Europa. Naciones Unidas afirma que la mayoría de los países del mundo experimentan un aumento en el número de personas mayores y, según datos de la revisión de 2017 del informe “Perspectivas de la Población Mundial”, se espera que la cantidad de personas de 60 años o más se duplique para el 2050 y triplique para el 2100.
Linares . El segundo municipio jiennense con más habitantes de la provincia también es uno de los grandes afectados de la despoblación. Así, pasó de tener en 2007, 61.262 habitantes a, en solo diez años, 58.449.
Alcalá la real. La Ciudad de la Mota sufrió una pérdida de población muy acentuada en tan solo cinco años. Este hecho aconteció entre 2012 y 2017 , donde el municipio perdió 1.112 habitantes de su padrón.
Los altos precios de la capital hacen que muchos de sus habitantes decidan mudarse a los pequeños municipios limítrofes. De hecho, La Guardia de Jaén es uno de los muy pocos pueblos que han aumentado su población en 2017 según recoge el INE en su base de datos. De hecho, en diez años hubo un aumento de 1.253 personas, haciendo que el año pasado contara con 4.931 vecinos registrados en el padrón.
El caso de la capital jiennense podría definirse como “curioso”, pues aunque sus municipios ganasen población, esta podría seguir en la dinámica de pérdida. Lo que se debe, principalmente a la migración de sus gentes a los pueblos de la periferia. De hecho, en Jaén, de todos sus habitantes, hay aproximadamente cinco mil que no viven en la ciudad, sino en los anejos como Puente Tablas o Puente de la Sierra.
Las migraciones que se producen de Jaén al resto de España, y viceversa, también influyen mucho en la población de los municipios, aunque, son cada vez menos, los jiennenses que deciden probar suerte en otras comunidades españolas. Según los últimos datos del INE, en 2016 fueron 7.978 los que optaron por esta opción, 441 menos que el año anterior. Los niveles de personas que se mudan a Jaén se mantienen, más o menos, estables desde 2013, y muestran una media de 4.482 españoles que se interesan por comenzar una nueva vida en la provincia. Por su parte, el flujo de inmigración procedente del extranjero también es estable y, desde 2013, tiene una media de 1.304 personas.