La Soledad da 85.000 euros en 850 boletos con premio

No es una “lluvia de millones”. Más bien, se trata de un regalo que seguro que le viene bien a los jiennenses que les ha llegado. La Cofradía del Cristo Yacente y la Soledad, que tiene su sede canónica en la iglesia de San Ildefonso, ha repartido 850 décimos premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad. A cada uno le corresponde 100 euros, por lo que el trabajo de los cofrades vendiendo décimos ha servido para que 85.000 euros se queden en muchas familias de la capital.

“Estamos muy contentos. Somos una cofradía humilde y nos hemos volcado en la venta de la lotería. Retiramos 850 décimos de la administración de Navas de Tolosa. Hasta ayer —por el lunes—, no sabíamos si los íbamos a poder vender todos. Incluso, pensamos en devolver algunos, pero, al final, encontramos a jiennenses que se los quedaron. Ahora, sentimos felicidad de saber que hemos dado 100 euros en cada uno”, afirma el hermano mayor, Jesús Pegalar. Cuenta que el número no lo eligió nadie: “Fue nuestro administrador, Manuel Carlos Vallejo, el que llamó a la administración. No le pedimos ninguna terminación ni nada. Nos valía el que nos diera. Cuando vimos que terminaba en 75, nos gustó. Por eso, los 85.000 euros que hemos repartido los ha traído el azar. Yo pienso que ha sido nuestra Virgen o nuestro Cristo Yacente”.

Esta cofradía jugaba el 54475. Tiene las dos últimas cifras del 12775, por lo que cada serie cuenta con 1.000 euros y, consiguientemente, existe un premio de 100 euros por décimo. “Es algo que se suele decir, pero aquí se cumple a la perfección. Está tremendamente repartido porque han sido los miembros de la junta de gobierno y algunos cofrades los que han vendido la lotería. Lo han hecho con mucha ilusión y décimo a décimo”, narra Jesús Pegalajar. No esconden que se trata de un premio pequeño para cada uno de los agraciados y que les hubiera gustado que hubiera tocado algo más. “Somos una cofradía bastante humilde, por lo que esperábamos algo más de generosidad. Pero, si es esto lo que nos ha llegado, también estamos muy contentos”, explica el hermano mayor. Muchos se han vendido en el Colegio de Procuradores, en la empresa Blaveo e, incluso, hubo algunos que los acompañaron durante las vacaciones de verano y se quedaron en Benidorm. No obstante, la inmensa mayoría se ha vendido en la capital. No es mucho dinero, pero sí da felicidad.