Las “app” de comida rápida llegan para los jiennenses

Los clientes suelen usar el servicio los fines de semana,en pareja o en familia

27 feb 2017 / 11:19 H.

Las prisas, el estrés y la acumulación masiva de tareas complica la elaboración de platos tradicionales. El auge de la comida a domicilio no es ninguna novedad, con estilos de cocina cada vez más variados que, además de incluir sus valores calóricos e ingredientes, ofertan alimentos sin glucosa o vegetariana. Las nuevas tecnologías han cogido impulso y se han adaptado al formato de estos establecimientos. El éxito de aplicaciones como Deliveroo, La Nevera Roja o Just Eat son la prueba de ello. De hecho, esta última ha realizado un estudio en el que muestra que sus clientes son “más exigentes e innovadores”. Entre ellos se encuentra Jaén, que cada vez cuenta con más establecimientos adscritos a la “app”. Son 30 los inscritos, siete de ellos en la capital.

Los usuarios de los nuevos métodos de comunicación con los locales de comida a domicilio suelen vivir con otra persona (38%) y en familia (38%). El 62% de los clientes son parejas de entre 25 y 34 años —de los los 35 a los 44 el porcentaje se reduce a 26%—, que suelen realizar el pedido desde sus propias casas (95%). En raras ocasiones también se solicita el servicio para la oficina (6%), pero mucho menos. Lo común es relacionar la comida a domicilio con el descanso en el hogar, y se suele acompañar con una sesión de películas o series de televisión. Es más, los momentos en que más se pide es el fin de semana, y los actos deportivos son un “aliciente” para el negocio. El 62% de los usuarios afirma que piden comida cuando hay partido. En finales como la Champions, la Copa del Rey o en los de Eurocopa o Mundial, los pedidos suelen incrementarse entre un 30 y un 35%. Además, el tique medio suele mejorar un 25%, ya que se disfruta con amigos o familiares.Respecto a la situación laboral de las personas que hacen uso de la aplicación, según el estudio poseen un trabajo (38%), aunque también hay estudiantes (35%), otro gran sector que conoce el mercado y es “incondicional” de este servicio.

Sin embargo, la relación entre “comida basura” y pedidos a domicilio se ha reducido a lo largo del tiempo por la incorporación de nuevas empresas a la plataforma y al sector. El estudio refleja que el 84% de los usuarios se consideran “exigentes” y valoran “mucho” la calidad y la rapidez del servicio. Asimismo el 43% se describen como “comensales innovadores” a los que les gusta probar sabores nuevos. De hecho, con carácter nacional, la comida japonesa es la que más éxito tiene entre los usuarios, con un 23%, frente al 20% de la china, mientras que la italiana se queda en un tercer puesto, con el 16%. Por el contrario, en la provincia jiennense los estilos de cocina que más éxito tienen son la mediterránea e italiana, con platos como pizza, pasta y el pollo asado, otra “exquisitez” que “triunfa” en la aplicación. El porcentaje de crecimiento de los pedidos de tipos de comida como la “gourmet” o la casera ha aumentado notablemente respecto al año anterior. Antonio Lechuga, presidente de la Asostel, explica que aunque en Jaén los restaurantes no suelen hacer uso de este servicio, los cáterin o los locales que cocinan alimentos más tradicionales pueden complementarlo con sus horarios de apertura. “Es otra forma de dar a conocer el negocio y de interactuar con el cliente al momento”, afirma el presidente de la asociación.

DATOS. El día en que más pedidos se registraron en la aplicación fue el 12 de octubre de 2016 a las 21:16 horas, y el de más solicitudes, el 30 del mismo mes. El tiramisú es el postre que suele entrar con facilidad en la lista de pedidos. El auge de la comida casera a domicilio ha generado el llamativo dato de que el 13% de los clientes que han usado el servicio dice haber mentido alguna vez diciendo que habían cocinado ellos mismos.

Las redes sociales, esenciales en la hostelería

Desde la Asostel subrayan la relevancia que han adquirido las nuevas tecnologías en la mejora del negocio. Según Antonio Lechuga, presidente de la asociación, son “muy importantes” para ellos las páginas de opinión en internet. “Podemos perfeccionar la oferta y solucionar las equivocaciones para mejorar el servicio”. Como ejemplo, un cliente que describe negativamente su experiencia en un establecimiento, en una página web o una aplicación de móvil —como no haber recibido pan suficiente o que le han atendido de manera incorrecta— puede “ser útil” y servir como “crítica constructiva”, tal como afirma Lechuga: “Hay detalles dentro de un restaurante que se escapan de las manos de los dueños o los metres, por ello se intenta tener muy en consideración estos métodos de comunicación, para ver los errores y arreglarlos lo antes posible”. El presidente de la Asostel subraya que los clientes son conscientes, con su observación, de la situación del negocio, si el personal está disponible y si cumplen con su cometido o no. Por esa razón tienen “muy en consideración” sus opiniones. “Nos sirve de referencia para ver qué podemos cambiar. Todas las formas de comunicación por internet, desde un punto de vista contructivo, son útiles”. Del mismo modo, están muy atentos a las redes sociales y a las opiniones vertidas en Facebook, Instagram o Twitter, los “mayores medios de comunicación actual”.

“Es otra forma de acercarse al cliente”
Jonathan Serrano |
Encargado del Asador Míster Pollo
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Mister Pollo es uno de los treinta establecimientos adheridos a la aplicación del teléfono móvil Just Eat. En su local ofrecen un estilo de cocina casera, como pollo asado, pescados, carnes, frituras, paellas y ensaladas, entre otros. Según Jonathan Serrano, el encargado, llevan más de dos años como parte de la plataforma y su opinión es “muy positiva”. En la entrada del local hay una pegatina que indica a los clientes que también pueden realizar su pedido a través del móvil. Serrano subraya que las nuevas tecnologías “mandan” y “se animaron” a entrar en la aplicación para “modernizarse”. “Es otra forma de publicitarse y acercarse a los clientes”. Aun así, las llamadas de teléfono siguen siendo el método principal para ponerse en contacto con ellos. “Las redes sociales están un poco estancadas y la app está muy bien, pero el teléfono siempre ha funcionado y funcionará”. La evolución de las ventas varía según los días. “Los domingos es cuando más llaman, aunque depende de si hay alguna oferta o de las festividades”.

Del mismo modo, su adhesión a la aplicación ha cambiado las costumbres de varios de sus usuarios. “Algunos clientes que antes descolgaban el teléfono ahora lo hacen por internet”. Sin embargo, no todo son facilidades. “A veces falla la comunicación”. “Presionan” para que el pedido de comida llegue “de inmediato” pero, según Serrano, necesita unos tiempos de cocción concretos y no se puede dar preferencia a un pedido por ciertas circunstancias. “Si se alarga la espera, el cliente llama. Es cuestión de adaptarse a las nuevas tecnologías”. El encargado de Míster Pollo afirma que el porcentaje de lo que se vende por teléfono o por la aplicación “varía y depende del día”, algunos entre el 70% por teléfono y el 30% por móvil, aunque el teléfono “suele ganar”.

“Las ofertas difieren de la aplicación y el local”
Marina Torres |
Usuaria de la aplicación
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Marina Torres es usuaria de la aplicación Just Eat “prácticamente desde que salió” y le ve “muchos beneficios”. Acaba de abrir el establecimiento Café la Vida, una cafetería cultural que le quita tiempo. “Sobre todo ahora, con la apertura y el trabajo, que no para”. Torres también es pintora, y el rato que dedica a cocinar admite que es “muy limitado”. Sus pedidos habituales suelen ser de hamburguesería, pollos asados o pizza. Come con su pareja o su hija; incluso, con la visita de más personas se ha animado a usar el servicio. “Es más rápido, fácil y cómodo”. Además cuenta cómo varía la forma en que usa el servicio, según su tarifa telefónica. “Si no quedan minutos de llamada, se puede acceder con Wi-Fi o los datos para usar la aplicación. Entonces es mejor hacerlo por internet, porque apenas gasta megas”. Torres resalta que es “un alivio” disponer de esas opciones. Segun su experiencia, nunca han tenido problemas. “No han fallado ni una vez”. Por otro lado, lamenta la diferencia de ofertas entre la “app” y los establecimientos. “En una pizzería puede haber una promoción, pero la oferta más asequible no está disponible a través del móvil, sino solo comprando en el mismo lugar o llamando por teléfono”. Torres recalca que el trabajo suele definir el momento en que realizan el pedido. “Miramos lo que hay para comer o para cenar, y dependiendo de ello cogemos el móvil y hacemos el pedido”. Ella comienza su jornada laboral a las tres de la tarde: “Tengo muy poco tiempo para entrar en la cocina y estar con los fogones”, por lo que la solución más rápida y efectiva es con la aplicación. “A veces, cuando mi pareja y yo nos dedicamos a pintar, hacemos un pedido, comemos en un momento y continuamos con la tarea sin perder más tiempo”.