Las compras de última hora sacan a los jiennenses a la calle

La plaza de abastos de San Francisco bulle de gente para Nochevieja

31 dic 2017 / 00:26 H.

Gente, gente y más gente. El Mercado de San Francisco era un no parar el día antes de Nochevieja. “Las cuatro últimas cosas que faltan, a por eso venimos, porque la compra grande ya se hizo para Nochebuena y Navidad”, relató Edu Jaén, que recorría los puestos junto con su familia. Ramón Cruz, por su parte, fue a hacer la compra de todos los sábados, “de la de hoy ya se encargan otros”. “Llevamos unos diez días que no hay quien entre aquí, es una barbaridad”, apuntó. Esa imagen saludable y de positividad es la que se comparte tanto entre los clientes como entre los vendedores. Loli García, de Frutas y verduras Loli y Ángel, lleva en el negocio “una vida”, como dice ella. “Muchos de los puestos de aquí llevan a sus espaldas generaciones de profesionales que no se pueden encontrar en otra parte, por eso la gente sigue viniendo, a pesar de los problemas que nos ponen o de la peatonalización”, comentó García.

De hecho, la limitación del acceso del tráfico rodado al centro de la ciudad, que se dio por finalizada el pasado noviembre, provocó inquietud entre el colectivo de minoristas de San Francisco y los negocios de los alrededores. Aseguraban que reduciría el número de visitantes y afectaría negativamente a la venta de sus productos. Sin embargo, visto el movimiento de las últimas fechas, tal como afirmó el portavoz, Daniel Berrios, los miedos desaparecieron “rápidamente” y sirvieron para afianzar la confianza de los usuarios en los comercios del barrio. “El ambiente es fenomenal, esto es un no parar”, señaló David Castro, de la Frutería Loli y Ángel, sin dejar de servir uvas en bolsas a los clientes.

Porque la uva fue la reina del mercado, sin duda. Se exponían con mimo en mitad del puesto y se ofrecían a todo el que comprara. Colgadas en racimos, sobre bandejas o dentro de copas de plástico, desaparecían y se reponían con velocidad. Las había con o sin pepitas. “Es cosa de moda pero, cuando ven los precios, la gente suele escoger las de siempre, que salen más baratas”, dijo Tomás Piedra, de Fruta y verdura Tomás y Ana, y añadió: “Los clientes son de todos los tipos y todas las edades, pero los clásicos no fallan”. “Ya solo quedan las últimas, para los rezagados”, indicó.

Ochocientos kilogramos han vendido hasta ahora en Loli y Ángel. Son un ejemplo de la estabilidad económica en los comercios aledaños. “Es más o menos como el año pasado, pero anima ver que los de siempre vuelven”, afirmó Loli García. Desde Torredonjimeno vino Milagros Padilla. “Siempre vengo aquí, me tratan muy bien”, resaltó.

Las colas también se alargaron en el resto de puestos, sobre todo en mariscos y carnes. Enrique Extremera, de la carnicería que lleva su nombre, estaba muy “contento” con las ventas. El cordero y la presa ibérica siguen como “números uno”, mientras que los chuletones o el entrecot hace días que se agotó. “La gente es previsora y lleva una semana comprando con calma, por eso ya queda poca cosa, lo último, así que mejor no esperar para pillar la oferta final, porque son de productos que, normalmente, ya no se venden”, aseguró Extremera. Asimismo se mostró a favor de la peatonalización, sobre todo por sus efectos “a posteriori”. “Aunque algún cliente todavía esté torpe sobre cómo llegar, lo veo bien, porque ahora la entrada es exclusiva para el mercado”, declaró.

Apuesta
por fomentar el comercio tradicional

El Ayuntamiento aboga por el fomento del comercio tradicional “como un atractivo más” de la ciudad. Desde esta administración afirman que se llevarán a cabo actividades para apostar por este sector “esencial”. La concejal de Comercio, Consumo y Mercados, Yolanda Pedrosa, incidió en la necesidad de “dinamizar el comercio tradicional, al que “se tiene que respaldar como sector fundamental de la ciudad”. Declaró que se proponen realizar, de forma conjunta, campañas promocionales para impulsar, fomentar y dinamizar el pequeño comercio de Jaén.

La concejal Yolanda Pedrosa destacó “el valor añadido que el negocio tradicional y de barrio tiene en la ciudad y para los jiennenses”, e insistió que “son muchas las personas que cada día trabajan durante muchas horas en sus negocios para ofrecer una atención individualizada y de calidad”. Asimismo reiteró que el comercio tradicional “es un pilar básico de la economía de la capital, centrada en el sector servicios”.