Llegó la hora de darle el mandato al peatón

El Ayuntamiento fija Semana Santa como horizonte de la primera fase de la peatonalización del centro

16 feb 2017 / 11:44 H.

Han tenido que pasar más de cinco años para que en la capital vuelva a hablarse de un proyecto de peatonalización y semipeatonalización de las calles de su centro, y, lo más sorprendente, para que se haga sin desprecio, aunque lata de fondo la inquietud que, de entrada, provoca cualquier cambio. Cuando ya quedaban lejos en el tiempo los dos millones de euros invertidos en la remodelación integral de San Ildefonso, el diseño de un plan de movilidad sostenible y las firmas de cientos de vecinos reivindicando el paso definitivo en la peatonalización de este barrio, convertido en entrada natural para el turismo, la inversión millonaria que suponen los fondos Feder al Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) ha hecho que el equipo de Gobierno del PP se replantee hasta sus principios.

Aquello que tanto denostó en el pasado más reciente ahora va a misa. Y, además, de forma “inmediata”. Semana Santa es el horizonte que ha fijado para que la primera fase de la peatonalización del centro (delimitado al sur desde Adarves Bajos hasta la Plaza de los Jardinillos) esté en marcha. Así se lo expusieron los concejales de Servicios Técnicos Municipales, Tráfico y Transportes y Participación Ciudadana, Rosa Cárdenas, Juan Carlos Ruiz y Manuel Heras, a los distintos representantes vecinales y empresarios de la hostelería y de los alojamientos con los que se reunieron ayer. El perímetro que delimitará esta zona peatonal y semipeatonal está formado por las calles Virgen de la Capilla, Rastro, Plaza de los Jardinillos, Doctor Eduardo Arroyo, Álamos, Ramón y Cajal, Ejido de la Alcantarilla, Fuente Don Diego, Adarves Bajos y Vergara hasta, de nuevo, Virgen de la Capilla. Se han establecido tres fases para ponerlo en marcha y el periodo de ejecución son cinco años. Los mismos que la Unión Europea da para materializar y justificar los proyectos de desarrollo sostenible en los que se ha reconvertido el famoso Plan Urban. En la primera fase se eliminarán unas 40 plazas de estacionamiento que se compensarán con la adecuación de dos aparcamientos en superficie habilitados, de forma provisional, en una parcela entre la calle Fuente Don Diego y la Variante Sur, que tendrá capacidad para unos 100 vehículos, y un segundo junto al colegio Jesús y María, para otros 60. Además, se reducirá el horario para la carga y descarga.

La segunda fase se centrará en San Ildefonso, con la ansiada prohibición del tráfico rodado por sus calles. “Algunas se convertirán en peatonales totalmente y por otras podrán pasar los residentes. También se asegura la circulación de vehículos especiales y taxis”, concretó la presidenta de la Federación de Vecinos Objetivos Comunes (OCO), María Cantos, tras la reunión. La tercera fase será la más costosa y, dada la situación económica y financiera del Ayuntamiento, está prácticamente supeditada a que el Ayuntamiento se alce con los fondos europeos.

En ella se prevé la construcción de tres aparcamientos: la terminación del que el PSOE e IU proyectaron en La Alameda, en los terrenos que ocupaba el Club Hípico; la adecuación de un segundo en la Plaza de Santiago, de acuerdo con las reivindicaciones de los vecinos del casco histórico, y un tercero en la zona de Los Escuderos, en la calle Donantes de Sangre.

En cuanto al tráfico, que es una de las cuestiones que más controversia desatan, en esta primera fase, la zona perimetral de San Ildefonso mantendrá el tráfico como hasta ahora, excepto la calle los Álamos que invierte su sentido. Permitirá continuar hacia Ramón y Cajal y descender por Bernabé Soriano para permitir el giro a la izquierda hasta el Mercado de San Francisco. Esa calle será, por lo tanto, de doble sentido. En cuanto a Vicente Montuno y la Plaza de la Constitución, el tráfico rodado por ellas no se verá limitado en esta primera fase. Además, según indicó la presidenta de “OCO”: “Nos dicen que todo está abierto y que dependerá del resultado”. En un comunicado, con motivo de la reunión que el alcalde mantuvo con el presidente de “Más Voluntades”, el concejal de Tráfico y Transportes defendió, situando su discurso en las antípodas del que mantuvo a las órdenes de José Enrique Fernández de Moya, que este es el futuro de las ciudades. “Hay que sacar los coches del centro. No queda más remedio por cuestiones medioambientales y en beneficio del peatón, que tiene que ir ganando espacio al coche”. En su opinión, la peatonalización no supondrá un grave problema en Jaén. “Es una ciudad relativamente pequeña donde las distancias son cortas”, esgrimió. En principio, no hay cambios traumáticos respecto a la realidad actual de San Ildefonso y el centro. “Palabras mayores” será —advirtió Cantos— la posibilidad de ampliar la medida al casco histórico en una conversión que cada vez gana más adeptos.

La incertidumbre se adueña del sector de la hostelería

Implicado en todas aquellas iniciativas que sirvan para abrir la ciudad, hacerla atractiva a sus propios habitantes y, sobre todo, al turismo, y colocar el nombre de Jaén en el mapa en letras grandes, el presidente de la Asociación Provincial de Restaurantes, Bares y Cafeterías (Asostel), Antonio Lechuga, se muestra partidario de la peatonalización. De hecho, al igual que la presidenta de “OCO”, considera: “Lo que van a hacer está prácticamente hecho”. Sin embargo, la indefinición del proyecto, cuando están en juego negocios y actividad económica, lo inquietó. Los concejales del equipo de Gobierno local aprovecharon la reunión para exponer las etapas de esta medida y los objetivos. Pero señaló a este periódico: “Yo necesito saber los horarios de carga y descarga, conocer en qué puntos se van a reubicar y cómo se va a poder entrar a los negocios. Necesito información precisa para decírselo a los asociados”.

El sector de la hostelería, junto a los transportistas y los proveedores, será el más afectado por la peatonalización y semipeatonalización. Lechuga estima en torno a 70 u 80 los establecimientos hosteleros que hay en esa zona de influencia. Y —avisa— sus horarios son muy distintos de los que tienen los mercados. La carga y descarga de provisiones para abastecerlos suele ser temprana. “En hostelería, la gente de los bares y restaurantes abre a las doce del mediodía y los pubs, a las cuatro de la tarde, normalmente”, indica. La sensación que confesaba albergar tras la reunión de ayer era de “incertidumbre”. Sobre todo, ante la inminencia con la que el Ayuntamiento quiere poner en marcha la primera fase, que, por otro lado, considera lógica: “Semana Santa es el plazo que se dan para tenerlo hecho porque sería menos traumático, ya que está todo prácticamente cortado en el centro y no es una mala fecha”. Para aclarar todos aquellos aspectos que ahora no lo están habrá una segunda reunión, apuntó Lechuga, y espera, además, que haya negociación entre las partes. Aunque a favor de la peatonalización, reclama que esté acompañada de medidas de mejora, como acabar con la imagen desoladora que ofrecen los solares abandonados y renovar la iluminación y la señalización, entre otras. El objetivo debe ser hacer un centro urbano “atractivo”.

1 un camino iniciado en los 80

La peatonalización y semipeatonalización de calles hunde sus raíces en la capital en la década ya lejana de los años ochenta, si bien de una forma muy tímida. En aquel entonces, se peatonalizaron arterias dedicadas, fundamentalmente, hoy al comercio y al consumo, como las calles San Clemente, Navas de Tolosa y Cerón.

2 empujón en los mandatos del pp

La llegada al poder local del PP supone un antes y un después. En 1996, Alfonso Sánchez Herrera habla, por primera vez, de peatonalizar plazas tan emblemáticas, como la actual de Las Pastiras, San Ildefonso y hasta Santa María, pero será su sucesor, Miguel Sánchez de Alcázar, quien ejecutará esos cambios, entre 2000 y 2003.

3 la “complicidad” de los planes e

Ligado al expediente de la Catedral al título de Patrimonio Mundial, el PSOE e IU emprenden la semipeatonalización del entorno catedralicio. Gracias a los planes E, de Zapatero, le sirvieron al Ayuntamiento para impulsar la semipeatonalización de la zona, con la adecuación de Bernabé Soriano y hasta 13 calles de San Ildefonso.

4 la reivindicación de un barrio

Para preservar el estado de las calles, en 2009 los vecinos de San Ildefonso presentaron en el Ayuntamiento más de 800 reivindicando la semipeatonalización de este señero barrio. Se realizó un plan de movilidad y hasta se instaló el cableado para regular el tráfico, como en Santa María. Con el relevo en la Alcaldía quedó en el aire.

5 división de la ciudadanía

La semipeatonalización del entorno de la Catedral dividió a la ciudadanía, fundamentalmente, residente en los barrios del sur de la ciudad y también a los comerciantes. Una vez recuperada la Alcaldía, la primera medida del PP fue la reapertura al tráfico de Bernabé Soriano. En la Plaza de Santa María sí redujo el tráfico de vehículos.