Los estudiantes confían en el sistema de prácticas laborales
Más de la mitad de los becarios no recibe ninguna remuneración económica
La palabra becario es sinónimo de precariedad. Así lo recuerdan desde Comisiones Obreras, tras la celebración de su día internacional de los becarios y las recientes polémicas sobre la vida de los estudiantes en las empresas privadas. Lo ocurrido últimamente sirve como “toque de atención” a las administraciones acerca del “terrible futuro” de los jóvenes, aseguran desde el sindicato. De hecho, el 58 por ciento de los becarios que realizan un trabajo no reciben ninguna remuneración y, por tanto, solo el 42 por ciento de los empleados en prácticas cobra un sueldo, según un informe de la Comisión Europea. “En muchos casos se les compensa con dietas o alojamientos, algo habitual para los que hacen prácticas en hoteles, mientras que, en otros, las empresas cambian un alumno tras otro para seguir cubriendo puestos en la plantilla”, asegura Sara García Cobo, secretaria de Empleo y Juventud de CC OO la provincia de Jaén.
“Estos datos demuestran que las empresas acuden a los trabajadores en prácticas para ahorrar costes salariales y cubrir bajas de otros empleados con más experiencia”, denuncia García, y pone de manifiesto que “esta situación da lugar a que en el mercado laboral, ya precario de por sí, se continúe con la destrucción de puestos reales y se ahonde más en la crisis que sufre el país en relación con el desempleo estructural”.
El número de alumnos que participa en prácticas aumenta cada año, según afirma Raúl Mata Campos, director de Secretariado de Prácticas Externas, Inserción Laboral y Egresados de la Universidad de Jaén. Mata prefiere no usar el nombre de becario, “es demasiado genérico”, y habla de dos tipos de prácticas, las curriculares y las extracurriculares. Las primeras forman parte de la formación del estudiante, que en vez de recibirla en el aula lo hace en una empresa. “Es como una asignatura y se le dan créditos”, asegura. Por otra parte, las externas al currículum, también se llevan a cabo en una entidad ajena, pero se establece una bolsa de trabajo, así como ayudas para el transporte o para cubrir gastos. Desde la Universidad de Jaén comentan que el apoyo económico ronda los 220 euros. “Pero en ningún caso es una remuneración, pues no existe una relación contractual”, aclara Mata.
Asimismo, tras finalizar el grado, la UJA ofrece ayudas a las empresas para fomentar la contratación del alumnado. “Se dan incentivos para que el graduado permanezca durante seis meses, prorrogables hasta nueve”, cuenta, y explica que el objetivo final es la contratación indefinida. “No nos interesa que se alarguen las prácticas, pues no es un puesto de trabajo como tal y, evidentemente, con 200 euros no se puede vivir en absoluto”, añade.
Ahora hay unos mil alumnos en prácticas y la Universidad lleva a cabo controles para detectar posibles “incidencias”. Mata detalla que se realizan entrevistas con el tutor y el alumno, tanto a mitad como al finalizar las pruebas, y, así, detectar cualquier problema. De hecho, la importancia de las prácticas se ha reforzado con el paso del tiempo y afecta positivamente a la inserción laboral, con un 40 por ciento de éxito. El director del Secretariado de Prácticas Externas resalta cómo crece también la implicación por parte de los entes externos hacia la Universidad, y que lar ratio entre empresas y alumnos suele ser de 2, es decir, cada empresa recibe un par de alumnos, “y los datos van en aumento”.