Miles de personas juntas por la unidad

La marcha se alargó durante varias horas y contó con presencia de políticos del PP, Cs y el PSC que participaron en el recorrido entre banderas españolas y catalanas

09 oct 2017 / 10:15 H.

C ientos de miles de personas se manifestaron en el centro de Barcelona por la unidad de España y contra la independencia de Catalunya, convocados por Societat Civil Catalana (SCC): más de un millón según la entidad y 350.000 según el Ayuntamiento. Con el lema “Recuperem el seny”, marcharon con multitud de banderas españolas y catalanas —además de algún europeas— desde la plaza Urquinaona, y pasaron por la Via Laietana hasta la avenida Marquès de l’Argentera, donde se pronunciaron diferentes discursos. Transcurrieron en un ambiente reivindicativo en el que se profirieron constantes cánticos en los que se pedía cárcel para el presidente de la Generalitat: “Puigdemont a prisión”, entre otras consignas. Tan constante fue este clamor que el expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell, llamó en su discurso a la manifestantes a no hacerlo: “A prisión va solo el que dice el juez que tiene que ir”. Los manifestantes, llegados de otros puntos de España y con nutrida representación política, comenzaron a caminar puntuales a las doce del mediodía y tardaron casi dos horas en completar el recorrido, ya que la cabecera no llegó al punto de encuentro, ante la Estació de França, hasta las cerca de las dos de la tarde.

La manifestación discurrió sin incidentes y terminó con los discursos de Borrell y del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ante la estación, donde se leyó el manifiesto que cerró el acto y que pidió tender puentes para resolver la situación política, y que se les tenga en cuenta: “Sin nosotros no hay solución”. En las primeras filas de la manifestación se situaron la ministra de Sanidad, la catalana Dolors Montserrat; la presidenta la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, como principales autoridades a las que se sumaron varios representantes del PP, Cs y PSC. Así, personificaron a los populares, entre otros, el presidente del partido en Catalunya, Xavier García Albiol; el vicesecretario de Autonomías, Javier Arenas; la vicesecretaria de Estudios, Andrea Levy, y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. Por parte de Cs, las caras más visibles fueron las de su presidente, Albert Rivera, y la de su líder en Catalunya, Inés Arrimadas, a quienes acompañaron los portavoces en el Congreso y en el Parlament de la ciudad, Javier Villegas y Carlos Carrizosa.

Los socialistas catalanes no participaron como partido pero sí llamaron a ir, y se pudo ver al secretario de Organizació portavoz del PSC, Salvador Illa, y al secretario segundo de la Mesa del Parlament, David Pérez, en la cabecera, además del exministro Celestino Corbacho. También acudieron el exfiscal Carlos Jiménez Villarejo; el presidente de la Cámara de España y de Freixenet, Josep Lluís Bonet; el presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, y miembros de una veintena de entidades. Uno de los temores de la organización era que la extrema derecha tuviera visibilidad durante la marcha, pero los propios manifestantes rechazaron que se exhibieran símbolos franquistas o vinculados con la extrema derecha: “Esa bandera no representa”, gritaron al paso de algunos de ellos (éstos fueron parte de los concentrados, antes de esta manifestación ante el Cuartel de la Guardia Civil en Travessera de Gràcia, en apoyo a la Benemérita). Uno de los cántico que sonaron en la manifestación de SCC fue “No somos fachas, somos españoles”, además de “Viva España”, “Luego diréis que somos cinco o seis” y “Dónde está la alcaldesa”, entre otros.

Controversia en las cifras oficiales de participación

La plataforma Societat Civil Catalana (SCC) cifró en más de un millón las personas que se manifestaron en Barcelona a favor de la unidad de España y en contra de la independencia de Cataluña. Por su parte, el Ayuntamiento cifró en 350.000 personas los asistentes a la manifestación de SCC. El vicepresidente de Societat Civil Catalana (SCC) Àlex Ramos, cifró al final del recorrido, desde el escenario, la asistencia en más de 930.000 personas, pero después dijo que la cifra definitiva que calculan acabó por superar el millón. Por su parte, el Gobierno de Mariano Rajoy subrayó que la manifestación independentista de la Diada fue la menos numerosa de los últimos años, y recalcó que la sociedad catalana está representada “de verdad y legítimamente” en el Parlamento y no en la calle.

Duros discursos de Borrell y Vargas Llosa en defensa de la normalidad democrática

El expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell criticó a las empresas que anuncian su cambio de domicilio social fuera de Cataluña ahora que temen una declaración de independencia: “¿No lo podíais haber dicho antes?”. “Todo lo que dijisteis en privado, ¿por qué no lo decíais en público”, les preguntó durante su discurso al final de la manifestación de Societat Civil Catalana (SCC) en Barcelona a favor de la unidad de España y contra la independencia de Cataluña. Para el también exministro socialista, “si lo hubiesen dicho, quizá no estaría pasando” lo que está pasando ahora en Cataluña, y constató que los empresarios en general solo han opinado abiertamente en privado durante el proceso soberanista. “Todos tenemos un poco de culpa de haber callado demasiado”, dijo también Borrell, y pidió que ahora haya mucha serenidad ante la posibilidad de la declaración de independencia de Cataluña. “Nada de boicots, nada de ofensas. Trabajemos todos juntos para que vuelva la sensatez”, y se dirigió en concreto a los manifestantes llegados de fuera de Cataluña. Les pidió que compren una botella de cava catalán al volver a sus ciudades de origen, porque oyó oque las ventas han bajado y un descenso puede implicar que haya más parados en Cataluña.

Por su parte, el escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa aseguró que la democracia española “está aquí para quedarse, y ninguna conjura independentista la destruirá”. Mario Vargas Llosa advirtió de que el nacionalismo “ha llenado la historia de Europa, del mundo y de España de guerra, sangre y cadáveres”. “España es una realidad de libertad y de legalidad. Esto el independentismo no lo va a destruir”, defendió desde la Avenida del Marquès de l’Argentera de la capital catalana, donde culminó la marcha que había comenzado a las 12.00 horas en la Plaza Urquinaona. Apeló igualmente a los catalanes “que creen en la democracia, en la libertad, en el Estado de derecho y en la Constitución” y celebró que acudieran a la marcha miles de ciudadanos de otras partes de España, porque es la demostración de una realidad que el independentismo no destruirá, dijo. “Yo vengo de Perú a decirle a los amigos catalanes que no están solos, que vamos a estar con ellos”, proclamó el autor de “La fiesta del chivo”, y advirtió de la fuga de bancos y de empresas que se está produciendo tras el referéndum ilegal de independencia celebrado el pasado 1 de octubre.