Remolones para acudir a las urnas

A muchos jiennenses el domingo electoral les pilló trabajando. Este fin de semana de urnas, papeletas y recuentos, también lo ha sido de varas, tajos y mantones. La campaña de recolección de aceituna se ha generalizado en la provincia y fueron miles los paisanos que aprovecharon el festivo para ir al campo. Esa circunstancia, desde luego, marcó la jornada de los comicios andaluces en Jaén, con índices de participación más bajo que en citas anteriores. La provincia se retrasó a la hora de acudir a votar y lo dejó para última hora. Especialmente llamativo fue el caso de Jódar, el municipio de Sierra Mágina en el que se registró una caída de más de 16 puntos porcentuales a las seis de la tarde. Así, hace cuatro años, un 57% de los galdurienses ya había ejercido su derecho a voto. Ayer, ese porcentaje fue del 41%.

Los que no se hicieron los remolones fueron los candidatos de los principales partidos en la provincia. Todos ejercieron su derecho constitucional por la mañana, tal y como marcan los cánones y las costumbres. Así, la socialista Ángeles Férriz acudió a su colegio electoral con su hijo en brazos y acompañada de la alcaldesa de su ciudad, Yolanda Reche, y de varios miembros del equipo de Gobierno. También regaló una imagen cercana Maribel Lozano, la número 1 del PP por Jaén. Respaldada por varios militantes tosirianos, pidió a los periodistas que esperaran porque quería que sus tres sobrinos estuvieran con ella a la hora de depositar el voto. José Luis Cano, de Adelante Andalucía, fue de los más madrugadores. Tenía buena cara el candidato y quería ofrecer un mensaje de optimismo para la jornada electoral. Mónica Moreno, la cabeza de lista de Ciudadanos, votó en Martos, la ciudad donde reside. Los cuatro aspirantes a llegar al Palacio de las Cinco Llagas también tiraron de manual del político en un domingo de elecciones a la hora de pedir que la participación fuera masiva y que todos los jiennenses salieran a la calle para votar. Desde luego, fue una jornada atípica debido a la “incidencia” de Sanlúcar de Barrameda. No se produjeron los habituales anticipos de resultados provisionales, que ya van dibujando el panorama final. Eso añadió incertidumbre a una cita con las urnas que ya se presentaba difícil a priori, tal y como avanzaban todas las encuestas. La incertidumbre se apoderó de las sedes de los partidos mayoritarios, que alargaron la espera hasta las diez y cuarto de la noche, cuando comenzaron a conocerse los primeros resultados oficiales que ya, prácticamente, fueron definitivos.