Sin torno, pero con un doble control de viajeros

JeC denunciará la situación ante la DGT e Industria y no descarta la vía judicial para la supresión inmediata

26 oct 2017 / 10:23 H.

El 16 de octubre del año pasado, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes requirió al empresario José Castillo, propietario de la concesionaria que gestiona el transporte público urbano, que eliminara por fin los tornos en los autobuses. Jaén es una de las pocas ciudades españolas, si no la única, cuyos autobuses urbanos conservan este elemento, y es “anacrónico”, sintetizan, sin titubeos, los ediles de Personal y Seguridad Ciudadana, Miguel Contreras y Juan Carlos Ruiz, respectivamente.

Un año después, el foco ahora está puesto en su legalidad. Con datos de la empresa pública andaluza que realiza las inspecciones técnicas de estos vehículos (Veiasa), Jaén en Común (JeC) destapó que, considerando las dimensiones de los autobuses urbanos, los tornos no cumplen la normativa. De acuerdo con el informe de Veiasa, que el grupo municipal facilitó a los periodistas, la empresa pública solicitó a Herederos de José Castillo que, antes de pasar la ITV de los vehículos, “acreditase la legalidad de los tornos instalados o, en su defecto, [aportara] la documentación que permitiese legalizarlos”. Pero la concesionaria “no aportó ninguna documentación que indicase su legalidad, ni que permitiese su legalización, por lo que se le indicó que, de pasar los vehículos en estas circunstancias, se rechazarían todos los autobuses urbanos que se presentasen a la inspección con el torno”. La consecuencia es que, desde enero de este año, “ningún autobús de Herederos de José Castillo se ha presentado en la estación ITV a pasar la inspección con el torno instalado”, continuaba el informe.

A raíz de la Comisión Extraordinaria de Transparencia y Control de Concesionarias que se celebró el lunes pasado, para abordar este asunto y en la que se aprobó la supresión de los tornos, el Ayuntamiento pedirá también a Castillo que acredite si los tornos están homologados o no. Pero, incluso sin tornos, el equipo de Gobierno local considera necesario un segundo sistema de control de usuarios. Tanto Contreras, como Ruiz lamentan las “desafortunadas” acusaciones que la concesionaria vertió sobre los empleados durante la comisión, al afirmar que el torno le sirve para controlar a los trabajadores, porque “alguno de ellos le roba”. No obstante, argumentan que un segundo sistema de control de usuarios, añadido a la máquina expendedora de tiques, sería un aval para el Ayuntamiento. Le aportaría datos certeros para conceder a la empresa la ayuda anual —de unos 850.000 euros— con la que se subvencionan los bonobuses. Lo que aún no se ha decidido es cuál será ese segundo sistema.

Según Contreras, hasta el momento, la concesionaria ha probado dos, por lo menos: un láser horizontal, situado prácticamente a la altura de los tornos actuales, que no ofrece suficiente fiabilidad, y un sistema de conteo de cabezas. Pero, a JeC, el argumento municipal de que la retirada de los tornos está supeditado a que la empresa encuentre un segundo sistema de conteo “eficaz” le parece “una broma cuando —resalta Manuel Montejo— “ya existe uno”. “En la comisión, la empresa insistió varias veces en que el torno es para control de sus trabajadores, que les roban, y dijo que el mes pasado había despedido a un empleado por eso. Si una empresa necesita un sistema de control de sus empleados es su problema. No del Ayuntamiento”, sentencia el portavoz municipal de JeC, que añade: “Es grave acusar a los empleados de que le roban, cuando nos son los responsables de cómo está el servicio y tienen unas condiciones laborales bastante tristes”.

Para JeC, no hay excusas que valgan para mantener los tornos. “Un servicio público esencial que presta el Ayuntamiento no puede seguir en estas condiciones hasta enero”, subraya Montejo. El grupo municipal denunciará la situación ante “otras administraciones” que considera que “deberían pronunciarse”, como la Dirección General de Tráfico (DGT) e Industria. Y, si no hacen nada , acudirá a los tribunales. “No vamos a esperar a que Castillo quiera quitarlos”, remacha Montejo.

Ante el malestar que han provocado en los conductores de los autobuses las declaraciones de Castillo en la comisión del lunes, el comité de empresa se reunió ayer con el empresario. Este periódico intentó, de nuevo, sin éxito conocer su versión.