Un manto blanco como preludio de la primavera

El mal tiempo abandona el mal de olivos y, poco a poco, el sol se hace protagonista. Antes, el granizo y la nieve sorprenden a media provincia y causa algunas incidencias en las carreteras

08 mar 2016 / 09:20 H.

Este año, la provincia sí tiene invierno. Después de un diciembre y enero fuera de lo normal, como consecuencia de las altas temperaturas y las escasas lluvias, parecía que al mal tiempo le iba a pasar como a la moraleja de la fábula del pastor mentiroso y el lobo. Avisó y avisó de que venía hasta hace unas semanas, cuando se hizo presente con su cara más dura. Y durante la jornada de ayer, lo volvió a hacer. A pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología alertó del importante descenso de las temperaturas y de nevadas de consideración, los copos blancos “pillaron” por sorpresa a más de uno. Tanto, que algunos conductores vieron cómo las carreteras se cubrían de blanco y ellos no iban preparados para circular sobre la nieve y, mucho menos, hielo. Un manto blanco que sirve de preludio de la próxima primavera porque, a partir de hoy, empezará a recuperarse el mercurio y, poco a poco, el sol volverá a reinar en el mar de olivos.

Antes de eso, se tiene que derretir toda la nieve caída durante la mañana, principalmente, y que en puntos de la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas superó los quince centímetros de espesor. La red viaria es la que se vio más afectada, pero las siete máquinas quitanieves que la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta tiene destinadas a la provincia trabajaron sin cesar para dejarla totalmente transitable. Tanto que, según su responsable provincial, Rafael Valdivielso, a media tarde se levantó la restricción de circular con cadenas en uno de los puntos más conflictivos, en la vía que va de Hornos a Santiago de la Espada. Por otro lado, su departamento colaboró con el de Medio Ambiente para poder despejar el camino de acceso al Parador de Cazorla, que suele tener problemas cuando la nevada es importante, tal y como ocurrió ayer.

El Servicio Unificado de Emergencias 112 recibió varias llamadas para alertar de importantes acumulaciones de nieve en las carreteras. Así, se contabilizaron incidencias en la A-324, entre Cambil y Huelma, donde varios coches permanecieron estancados durante un rato. También se registraron problemas en la A-6050, a la altura de Los Villares; en la A-317, en Hornos, donde se ordenó tráfico condicionado para camiones y autobuses; en la A-401, en Huelma; en Segura de la Sierra, donde era obligatorio el uso de cadenas; en La Iruela, donde varios coches también tuvieron que pararse, y en el A-44, en Noalejo. Además, se solicitó la presencia de máquinas quitanieves en la A-6206, a la altura de Hinojares.

La circulación fue especialmente complicada en Valdepeñas de Jaén, donde se llegó a prohibir el paso a camiones y autobuses por falta de cadenas. En la carretera A-6050, que une a Valdepeñas con la capital y con Castillo Locubín y Frailes, los puertos de montaña alcanzaron los diez centímetros de nieve en la calzada.

La peor parte de este episodio se lo llevaron la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, así como la Sierra Sur. En este caso, los vecinos de Frailes también se vieron sorprendidos por el ingente manto blanco. Tanto es así que se tuvo que adelantar a la doce la salida de los estudiantes del colegio Santa Lucía. Además, el Ayuntamiento decidió suspender las actividades previstas para la tarde con motivo del Día Internacional de la Mujer, algo que también decidió la Corporación de Navas de San Juan, tal y como informó su alcalde, Joaquín Requena, a través de las redes sociales.

Y mientras todo esto ocurría en las cumbres altas, en cotas más bajas, como Jaén capital o Andújar, fue el granizo el que dio la sorpresa. En el caso de la capital, sobre las dos de la tarde, la pequeñas bolas de nieve cogieron a más de uno a la salida de colegio, mientras que en el valle del Guadalquivir se produjo sobre las cinco de la tarde. Fue tan intenso el episodio que las calles se vistieron de blanco como si, en realidad, hubiera nevado.

No hay que olivar, por otro lado, el importante descenso térmico producido con respecto al fin de semana. La temperatura más baja, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología, se sufrió en Alcalá la Real, donde el mercurio se quedó en los 0 grados. De hecho, fue la segunda temperatura más gélida de toda Andalucía, por detrás de Vélez-Blanco, en Almería, donde el mercurio bajó hasta los -0,2.

Embalses. Un llenado que no cesa

Los que más agradecen los efectos de este invierno tardío son, sin lugar a duda, los embalses de la provincia, que aumentan sus reservas conforme pasan las horas. Después de meses y meses de pérdida de agua como consecuencia del fantasma de la sequía, su situación presenta visos de esperanza. Y es que sus reservas rozan ya el 60,4% de su capacidad y no paran de crecer conforme se produce el deshielo. Por eso, todo hace pensar que la última nevada contribuirá, más si cabe, a su llenado. Según el último parte del SAIH del Guadalquivir, el Aguascebas se mantenía, prácticamente, en el cien por cien de su capacidad. El que recibe ingentes cantidades es El Tranco, que incrementó sus fondos en un 1% en menos de 24 horas. Al cierre de esta edición, sus reservas se situaban al 71,58% de su capacidad, 1,93 metros cúbicos por segundo. Por encima del 70% está el Guadalmena, que también se vio obligado a aliviar agua para dar cabida a la que se derivará de las últimas nevadas.

Lluvia. El año hidrológico se recupera

Las precipitaciones registradas a lo largo del pasado mes de febrero en la demarcación del Guadalquivir superaron, ligeramente, la media establecida en los últimos 25 años para este mes. La precipitación media en los embalses durante el pasado mes de febrero ha sido de 69 litros por metro cuadrado, mientras que la media histórica correspondiente a este mismo mes se sitúa en los 57 litros por metro cuadrado. Esto significa que el pasado febrero llovió en la cuenca del Guadalquivir un 21% más de lo que viene siendo habitual. Destaca que las precipitaciones fueron especialmente abundantes en la zona oriental de la demarcación de las Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. El punto de la demarcación en el que se registraron las máximas lluvias fue el del embalse de Aguascebas, donde se recogieron 265,7 litros por metro cuadrado. Mientras tanto, durante la jornada de ayer se contabilizaron 16,2 litros en la zona del pantano Víboras, en Martos, y 15,4, en Villarrodrigo, según la Aemet.