Una provincia que rezuma encanto en todos sus rincones

Un interesante abanico de propuestas se abre para los visitantes

    20 ene 2017 / 12:00 H.

    De norte a sur, y de este a oeste, los 97 municipios de la provincia ofrecen multitud de posibilidades para el visitante. Destinos monumentales, para la práctica del deporte en plena naturaleza, culturales o gastronómicos, cuyo potencial es enorme y que se esfuerzan en ofrecer lo mejor de sí al visitante. Atractivos a los que hay que sumar el carácter afable y abierto de la gente que habita el mar de olivos.

    Un ejemplo de ello, es Alcalá la Real. Situada al sur de la provincia, en la confluencia con las de Córdoba y Granada, se sitúa sobre una amplia meseta dominada por el Cerro de la Mota, en el centro de una comarca montañosa cubierta de olivares. A los pies de la famosa Fortaleza de la Mota y de las murallas circundantes se extiende la ciudad, con su estructura urbana de origen árabe, sus calles empinadas abigarradas de casas, iglesias y detalles arquitectónicos que son tan solo una muestra de su esplendor y de su rico pasado histórico.

    En el caso de Quesada, se encuentra situada al sureste de la provincia, en la falda de la sierra de Cazorla y frente a la campiña olivarera. Cuna del pintor Rafael Zabaleta, a quien tiene dedicado un museo con gran parte de su obra, el municipio es un conjunto abigarrado de calles estrechas con casas blancas, del que sobresale la Iglesia de San Pedro y San Pablo, la Iglesia del Hospital, el Arco de la Manquita de Utrera y el Arco de Los Santos o del Señor. Parte de su término está incluido en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España.

    Por su parte, la ciudad de Úbeda, situada en el centro geográfico de la provincia, es artística y monumental, se mire por donde se mire, y una de las localidades más señoriales y gloriosas de Andalucía. Castellana y renacentista por los cuatro costados, encierra tal cantidad de monumentos, iglesias, palacios y casas señoriales que lo mejor es pasear por ella y trasladarse virtualmente al tiempo de su esplendor histórico. La iglesia de San Pablo, la de Santa María de los Reales Alcázares, la de la Trinidad, el Oratorio de San Juan de la Cruz, el Monasterio de Santa Clara, el Palacio Vela de los Cobos y el de las Cadenas, la Casa de las Torres, los hospitales de Santiago y de los Honrados viejos del Salvador, la Torre del Reloj, las Murallas de la Cava, el Museo de Alfarería y el Parador Nacional de Turismo, son algunas de las maravillas que contiene esta sorprendente ciudad aún conserva una importante tradición alfarera.

    En el caso de Canena, forma parte de la campiña jiennense. Atesora casas palaciegas, templos y un calendario festivo que, en plena época estival, atrae a los inmigrantes que vuelven a pasar las vacaciones. Los romanos ya apreciaban las aguas termales que surgían del municipio, por lo que, grandes amantes de los baños, construyeron bañeras de puro mármol blanco. En la actualidad, el balneario es de sus grandes atractivos.

    la mota, un entramado defensivo de primer nivel
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    Pese a los siglos transcurridos, la Fortaleza de la Mota conserva en buen estado gran parte de su estructura original. Un didáctico centro de interpretación recibe a los visitantes y contextualiza la actividad de la fortaleza dentro del marco de su época de máximo esplendor. Uno de los grandes reclamos de Alcalá la Real, al que se suman, entre otros monumentos, la iglesia mayor abacial.

    el esplendor se deja sentir en el salvador
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    El Salvador es una de las joyas arquitectónicas del Renacimiento español y, probablemente, la obra religiosa privada más importante del siglo XVI. Aunque el trazado de la planta fue diseñado por Diego de Siloé, fue Andrés de Vandelvira quien dotó al edificio de la impresionante portada plateresca y la sacristía. En su interior, destaca el retablo mayor, de Berruguete, y la rejería, del Maestro Bartolomé.

    La singular belleza del paraje de tíscar
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    Cerca del pueblo se encuentra el Paraje de Tíscar, un lugar de espectacular belleza donde se encuentra el santuario de la Virgen del mismo nombre, situado entre dos rocas impresionantes y sobre las ruinas de otros pequeños templos que le precedieron, en el que destaca la Cueva del Agua. Una gruta en la que se funde el río y la roca del monte Caballo, lo que da lugar a un hermoso y visitado espacio.

    Una soberbia fortaleza y una joya renacentista
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    El castillo-palacio de Canena es un edificio de estilo renacentista construido en el siglo XVI, obra del reconocido Andrés de Vandelvira. Perteneció a Francisco de los Cobos y fue citado por el Marqués de Santillana en una de sus serranillas. El edificio, que fue tal y como puede contemplarse, es del siglo XVII, y cuenta con un soberbio patio interior. Sin duda, uno de los grandes atractivos turísticos del municipio.