Una escultura del Arcipreste de Hita preside ya Capuchinos
El concejal de Cultura, Rafael Hinojosa, dejará de serlo el 13 de junio. Sin embargo, días antes de irse convierte en realidad uno de sus anhelos, que una estatua dedicada al escritor medieval Juan Ruiz Arcipreste de Hita, presida el espacio exterior de Capuchinos. La inauguración de la estatua contó con una considerable presencia institucional, incluida la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Purificación Gálvez; el alcalde, Carlos Hinojosa, la diputada provincial por la Sierra Sur María Dolores Cano y numerosos ediles, entre algunos como María Villegas, Antonio López y Rafael Romero, que no estarán en la Corporación Municipal la próxima legislatura.
Según se explicó en el solemne acto, el autor de la obra es una donación a Alcalá la Real del artista alcalaíno Sebastián Rosales, quien se mostró muy emocionado. Se encargó de abrir la ceremonia el cronista oficial, Domingo Murcia, que recordó la teoría de que el Arcipreste de Hita era en realidad Juan Ruiz de Cisneros, hijo de un cautivo cristiano, que vivió los diez primeros años de su vida en la ciudad fortificada de La Mota. El historiador detalló todos los elementos que sustentan la hipótesis del origen local del literato.
Por otro lado, alumnos del instituto Alfonso XI y de la SAFA leyeron fragmentos del Libro de Buen Amor, la obra por la que es conocido el Arcipreste de Hita. Tampoco faltaron una ofrenda de flores y la interpretación, ya para cerrar el acto público, de los himnos de Alcalá la Real y Andalucía por parte de la banda de la Asociación Musical Pep Ventura.
Por otro lado, tanto Carlos Hinojosa como Purificación Gálvez pronunciaron discursos en los que destacaron la importancia de la inauguración. Por su parte, el concejal de Cultura indicó que, por encima de si el Arcipreste de Hita nació en Alcalá la Real o no, está la voluntad del pueblo de honrar al escritor. De hecho, el municipio tiene una de las bibliotecas “ruizianas” —es decir de ejemplares del Libro de Buen Amor— más completas de toda España.
La intervención de Rafael Hinojosa tuvo un punto polémico. En un momento de su intervención, consideró inadecuado bautizar con el nombre de Martínez Montañés, —el imaginero alcalaíno famoso por sus trabajos en Sevilla—, una “orujera”. Esto suscitó malestar entre las personas vinculadas con la cooperativa oleícola Martínez Montañés —una empresa que agrupa a cientos de socios— que se encontraban allí presentes.