JAÉN. El aceite ofrece muchas posibilidades

Jaén, primera productora mundial de aceite de oliva, ofrece al visitante el mejor escenario para la práctica del “oleoturismo”, a través de una variada oferta relacionada con el olivar y el aceite: museos, almazaras, restaurantes especializados, alojamientos rurales, cortijos, fiestas, degustaciones y catas de aceite. Oleotour Jaén ofrece un viaje con destino a la esencia de la cultura del olivo donde podrá conocer in situ el proceso de producción del aceite, desde el cultivo del olivar, pasando por la recogida de la aceituna en el campo, hasta llegar a su extracción y envasado en la almazara. Un recorrido por múltiples posibilidades destinado a hacer del oleoturismo una experiencia única que no le dejará indiferente.

La gastronomía, basada en el aceite de oliva, es uno de los puntos por los que apuesta el Oleotour. Se podrá disfrutar de una excelente cocina a base de aceite de oliva virgen extra es una de las mejores propuestas de Oleotour Jaén. Lo primero que descubrirá en la provincia de Jaén es la variedad de opciones culinarias que se le ofrecen. Podrá saborear muchas formas distintas de hacer una excelente cocina a base de aceite de oliva virgen extra. Puede optar por degustar la gastronomía tradicional jiennense de quienes viven de mimar los olivos centenarios o descubrir las nuevas creaciones de gastrónomos especializados en los mejores aceites de oliva virgen extra. Una cocina que le sumergirá en los matices de los aceites según su procedencia y sus características sensoriales.

En Jaén, donde se produce la mayor cantidad de aceite de oliva del mundo, no podían faltar museos y centros de interpretación especializados en mostrar de forma ordenada, atractiva e interactiva para el turista, el mundo del aceite y del olivar. Una cultura ancestral y un potente recurso de futuro para este territorio tienen espacios museográficos específicos.

Además, la arquitectura rural del olivar tiene su expresión en un buen número de haciendas, cortijos y casas rurales que han dejado atrás su pasado agrícola para convertirse, tras un esmerado trabajo de rehabilitación, en singulares propuestas de alojamiento rural, conservando todos los elementos arquitectónicos tradicionales.