“Konnichiwa”, japoneses

La implantación en La Carolina de la empresa de inyección de plásticos Takahata, genera una gran expectación en vecinos y empresarios, ante las multiples posibilidades que se barajan

04 mar 2018 / 11:38 H.

Konnichiwa” es el saludo con el que la Novia, la protagonista de “Kill Bill vol.1”, saluda a Hattori Hanzo, el forjador de espadas (katanas). Pero los japoneses tienen una variedad de saludos específicos para cada momento y situación. En su página web, la empresa japonesa Takahata, de ingeniería de inyección de plásticos, exhibe su lema: “El desafío de la tecnología inspira la innovación”. Esta empresa sirve a una amplia gama de fabricantes industriales con productos para el automóvil, ópticas, instalaciones residenciales, equipos médicos y otros sectores. Takahata fue fundada en 1929 e, inicialmente, se dedicaba a la fabricación de contadores de agua, para lo que llegó a crear engranajes de alta precisión y un sistema integrado de producción de principio a fin. En su larga andadura, Takahata se ha ganado, internacionalmente, una excelente reputación y reconocimiento como empresa de tecnología avanzada.

Esta industria de inyección del plástico posee fábricas en Japón, China, India, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Estados Unidos y Australia. Ahora, ha decidido instalarse en La Carolina, junto a la autovía A-4, con el objetivo de emprender, desde la ciudad jiennense, su expansión por Europa. Eso sí, con el cuartel general a los pies de Sierra Morena. Ya ha dado los primeros pasos con la compra, el pasado 2 de febrero, de 15.000 metros cuadrados de suelo de propiedad municipal, en el polígono industrial Martinón, por el que ha pagado 615.000 euros. En la firma de la compra-venta de los terrenos intervinieron la alcaldesa, Yolanda Reche, y un representante de Takahata, que es miembro de un bufete de abogados de Málaga. Los acompañaron como testigos los miembros del equipo de gobierno municipal Manuel Mondéjar, concejal de Promoción Industrial y Nuevas Tecnologías, y Marcos Antonio García, concejal de Urbanismo, Patrimonio, Vivienda y Obras.

El próximo viernes, 9 de marzo, se espera que varios directivos de Takahata visiten La Carolina y hagan la presentación oficial de su empresa. La previsión, según la alcaldesa, es que las instalaciones que se construyan empiecen a funcionar antes de que finalice 2018.

De las acciones para atraer industrias emprendidas por el Ayuntamiento empiezan a verse los frutos. La alcaldesa, Yolanda Reche, así lo confirma: “Esta multinacional japonesa contactó con nosotros hace más de un año a través de la agencia andaluza IDEA. Hemos tenido hasta nueve visitas de los empresarios nipones para conocer ‘in situ’ cuáles son los recursos que tiene La Carolina. También han visitado otras zonas como Madrid, Sevilla o Málaga, para ver su mejor ubicación; pero, desde el principio le gustó mucho La Carolina y su enclave estratégico”.

Como es obvio, el Ayuntamiento carolinense se deshizo en atenciones con los visitantes y les mostró las ventajas y atractivos para poner aquí su empresa. “El pasado mes de noviembre, Takahata en su proyecto de expansión por el mundo, decidió que su sede europea esté en La Carolina”, subraya la alcaldesa.

Compra-venta. Una vez que en Takahata tomaron la decisión, el Ayuntamiento carolinense ultimó el expediente para la venta de los terrenos que los empresarios japoneses consideraron más adecuados para instalarse. Eligieron los del polígono Martinón. Hubo un pliego de licitación pública y se emitieron los informes favorables y los correspondientes trámites legales en favor de Takahata. La firma para la compra-venta se hizo ante notario el 2 de febrero. “El ingreso de los 615.000 euros ya está hecho en las arcas municipales, con carácter previo a la firma ante notario. La empresa se dedica a la inyección de plástico y trabaja principalmente para automoción, medicina y electrodomésticos”.

Yolanda Reche, matiza que prefiere ser muy cauta en estos momentos y no hablar de los nuevos puestos de trabajo que generará la empresa japonesa: “Esta es una multinacional que ha elegido a La Carolina como sede europea de su empresa y esperamos que empiece a funcionar a finales de este año y cuanto más negocio tengan en Europa, más repercutirá en contratos de trabajo en nuestro municipio. Pero no sé calcular cuántos puestos de trabajo va a generar”.

No obstante, hay algo que tiene muy claro la alcaldesa: “Ellos tendrán sus perfiles laborales, pero yo, como responsable pública, les voy a exigir que la mayoría de los contratos los hagan a personal de La Carolina; en igualdad de condiciones, pero hay que priorizar a los carolinenses”. Reche informa de que los aspectos que Takahata más tuvo en cuenta, son la situación estratégica y el conocimiento del inglés: “Estamos en la N-IV, tenemos una fuerte tradición industrial y un personal cualificado para trabajar en la industria. Además, tenemos una Escuela Oficial de Idiomas”. Este último es un aspecto que las multinacionales, en general, valoran: “Tener una Escuela de Idiomas es muy importante, porque nos entendemos con los japoneses en inglés y aquí se da un nivel alto. Eso favorece que ellos se integren mejor con la población. Sabemos ya que alguno de los directivos se afincará aquí. Se quedará a vivir con su familia durante un tiempo y ya ha iniciado los trámites para comprarse una vivienda en La Carolina. Estos aspectos han confluido para su decisión de decantarse por nuestro municipio”. Todas ellas son cuestiones muy importantes, pero, además, tienen un plus, un condimento: la atención recibida en sus visitas. “Cuando los hemos presentado a otros cargos políticos y le han preguntado que por qué eligieron instalarse aquí, les contestaron que, aparte de tener todo lo que ellos requerían para instalar su empresa, es que también les hemos llegado al corazón”. Respecto a la decisión de comprar suelo industrial y no naves ya construidas, Yolanda Reche explica que por las características de su empresa y el tipo de industria que es necesitan que las naves tengan determinadas dimensiones: “Las naves que les enseñamos no se adecuaban a los requisitos que ellos necesitaban. Prefieren construir de nuevo y como lo que quieren es quedarse aquí durante un largo plazo, prefieren construir para que todo cumpla con lo que necesitan”. El polígono Martinón se encuentra en el lado derecho de la autovía N-IV, sentido Madrid. En él están instaladas otras importantes empresas que generan empleo.

“Estamos en la línea, pero a nadie se le debe de olvidar que la competencia de empleo no la tiene el Ayuntamiento. El empleo lo generan los empresarios. Nosotros lo que tenemos que poner es la estructura necesaria para que haya atractivos y las empresas que nos visiten se queden. No hay varitas mágicas”.

También precisa que la deuda municipal resulta asfixiante: “Nos cuesta mucho trabajo sacar adelante los servicios municipales y cualquier inversión. Gracias a las ayudas de la Diputación Provincial, que siempre está ahí apoyando a los municipios y nos financia parte de las inversiones, y gracias a la Junta de Andalucía con la que tenemos en marcha varios proyectos, como la construcción de una estación de autobuses y la instalación de un nuevo punto limpio”.

La llegada de los japoneses, según la alcaldesa, tendrá un impacto muy positivo en las empresas auxiliares, ya que estas podrán suministrarle todo lo que necesite para su actividad industrial: “Nuestra idea es reunirnos para ver cómo se pueden cubrir sus necesidades”.

Bienvenida a “mister Marshall” en carnaval
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La expectación en La Carolina por la implantación de una empresa japonesa es tal, que no pasó desapercibida en el Carnaval, que en este municipio tiene una fuerte raigambre. Hubo quienes se caracterizaron de empresarios japoneses acompañados por la “arcardesa” y una banderita de bienvenida del país nipón. La foto fue colgada en Facebook y refleja con ello un momento para el humor, el asueto y la expectación generada. La otra cara de la moneda es mucho más prosaica, cruda y dura, porque, en lo económico, no está el horno para bollos. La alcaldesa recuerda que cuando accedió a la Alcaldía el Ayuntamiento se encontraba en una situación económica “de quiebra técnica”, con una deuda que supera los 25 millones de euros, un paro estructural y un presupuesto municipal de 14 millones. “Esta situación nos asfixia mucho económicamente para poder abordar nuevos retos”, dice. La crisis afectó al tejido industrial, pero algunas empresas supieron sortearla, lo cual permitió un respiro.