Alfajor de Jaén

27 nov 2016 / 11:23 H.

Ahora que se acerca la Navidad, os traigo una receta que precisa prepararse con antelación. El alfajor es un dulce de la repostería española, típico navideño y propio de la cocina andaluza y murciana. Se realiza a partir de una pasta de almendras con miel o azúcar. Su origen es árabe y su nombre proviene del hispano-árabe “al-hasú”, que significa “el relleno”. En cada casa hay una receta heredada de generaciones pasadas y transmitidas de madres a hijas. Todas son parecidas, pero cada una tiene un toque especial, que nos evoca recuerdos pasados de cenas en familia. Pero lo que más perdura en nuestra memoria son esas tardes elaborando este dulce tan típico de los hogares jiennenses, todos juntos, madres, tías, primos, abuelas... participaban, ya que era necesario repartir las distintas tareas. Esta receta, concretamente, es de la abuela de mi marido que, hoy en día, la prepara con mucho cariño y esmero mi suegra Angelita con la ayuda de mi suegro Pepe. Gracias por mantener viva esta bonita tradición.

Elaboración

INGREDIENTES.

1 kilo de almendras crudas y peladas, 1 kilo de azúcar, 1/4 de pan tostado y rallado, raspadura de un limón, raspadura de una naranja, zumo de una naranja, 1/4 de cabello de ángel, 2 cucharaditas de canela,

obleas.

PREPARACIÓN.

Para el pan rallado, coger trozos de pan de días anteriores y tostar en el horno. Triturar y reservar. Aprovechando el calor del horno, tostar las almendras a una temperatura de 180 OC con calor arriba y abajo. Remover de vez en cuando para que no se quemen. Una vez doradas, dejar enfriar y triturar. Reservar. En una cacerola, poner el azúcar con un vaso de agua. Hervir hasta lograr el punto de hebra, que es cuando el azúcar se ha disuelto por completo y no se nota ningún granito. No hervir en exceso. Con el fuego muy bajo, añadir la almendra, la raspadura de limón y naranja, el zumo de naranja, la canela y el cabello de ángel. Remover muy bien. Pan rallado hay que echar el que admita. El punto es que no esté tan espeso para moverlo bien, ni tan escaso porque al rellenar las obleas puede chorrear. Colocar las obleas sobre una mesa con unos paños debajo. Rellenar con esta masa y cubrir con otra oblea. Envolver con más paños y poner algo de peso encima. Dejar así toda la noche. Guardar en cajas con papel Manila entre medias para que no se pegue. Listo para disfrutar.