Boquerones en tomate

03 sep 2017 / 11:18 H.

La receta de esta semana es un plato muy sencillo y muy popular en el sur de España y la zona del Mediterráneo. Siempre la he catalogado en las recetas de aprovechamiento, ya que en época de nuestras abuelas, y más aún nuestras bisabuelas, el pescado se consumía ocasionalmente y su precio era bastante elevado. Así que, cuando freían pescado, si sobraba, se aprovechaba con otra receta para el día siguiente, como es en este caso. El boquerón es uno de los pescados más fáciles de encontrar por lo que está muy presente nuestra dieta. Es rico en vitaminas del grupo B, calcio, magnesio, yodo y fósforo. Lo que más sorprende de los boquerones con tomate es su intenso y agradable sabor, sobre todo, si los tomates y el pimiento que escoges son de huerta. Como siempre os comento en la sección, para conseguir un buen plato, por muy sencillo que sea, utilizad ingredientes de buena calidad y dedicadle un poco de tiempo y cariño a su preparación.

Elaboración

INGREDIENTES.

Medio kilogramo de boquerones gordos, uno de tomates maduros, una cebolla, un pimiento verde, tres dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra (AOVE), y sal.

PREPARACIÓN.

Limpiar los boquerones, quitando vísceras y cabeza. Si son demasiado gordos, puedes quitarles la raspa; pero, si optas por dejarla, piensa que tiene muchos beneficios. Enharinar los boquerones, freír en aceite de oliva y reservar.

En otra sartén, freír la cebolla picada en un poco de aceite de oliva, incorporar el pimiento y los dientes de ajo. Cuando esté bien pochado, añadir el tomate, pelado y rallado. Tapar y freír durante unos minutos, removiendo de vez en cuando. Si notas el tomate un poco ácido, añadir una pizca de azúcar para quitar esa acidez.

Enterrar los boquerones fritos en el tomate y dejar que hierva sólo un minuto. Si los dejas algo más, pueden empezar a ponerse blandos.

CONSEJOS.

Esta misma receta puedes elaborarla con cualquier otro tipo de pescado azul, como, por ejemplo, sardinas, caballa, jurel,... Pero en este caso sí deberías quitar la raspa.

En casa, tenemos por costumbre congelar los boquerones a lo largo de una semana con la finalidad de evitar el riesgo de contaminación por anisakis. Por eso, te invito a que lo hagas, puesto que el proceso no afecta al resultado final y ganas en tranquilidad a la hora de degustar un plato sencillo, pero siempre muy sabroso.

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