Caracoles en caldo

14 may 2017 / 11:01 H.

La ingesta de caracoles por el hombre se remonta a la Edad del Bronce, al menos al 1.800 a. C., según los fósiles encontrados, siendo posiblemente una de las primeras fuentes de proteínas de origen animal. Pero fueron los romanos quienes explotaron sus propiedades alimentarias, dedicándose incluso a la cría. Además de como alimento, los consideraban un remedio eficaz para enfermedades estomacales y de las vías respiratorias. A principios del Siglo XVIII, el caracol desaparece de las mesas nobles hasta que un gastrónomo francés, Talleyrand, los vuelve a poner de moda más adelante. Los caracoles en caldo son una tapa típica de Andalucía, durante los meses de mayo y junio, en nuestros hogares y bares. Mi abuela preparaba una olla grande en la lumbre y todo se transformaba en una costumbre social, la familia al completo alrededor de la mesa camilla para degustarlos como tapa antes de la comida. ¡Fantásticos recuerdos!

Elaboración

INGREDIENTES.

1 kilo de caracoles pequeños, harina, sal, vinagre, hierbabuena, hierbaluisa (opcional), 1 guindilla, 2 ramitas de hinojo, 2 hojas de laurel, un trozo de cáscara de naranja seca, comino, pimienta.

PREPARACIÓN.

Dejar los caracoles en una caja con dos puñados de harina durante 48 horas. Tiempo durante el cual comerán y limpiarán sus tripas. En un barreño, poner los caracoles con un puñado de sal gorda y un buen chorreón de vinagre. Remover con la mano en círculos para que vayan soltando las babas. Aclarar con abundante agua fría y volver a repetir la operación dos o tres veces más, hasta que dejen de soltar babas. Mientras, puedes expurgar los que estén vacíos o muertos para quitarlos. Una vez aclarados, poner en una olla amplia con bastante agua y esperar a que empiecen a sacar el cuerpo de la concha. Encender el fuego muy bajito, para que terminen de sacar el cuerpo. Si lo subes demasiado, se esconderán. Es cuestión de observar y tener paciencia. Una vez ha salido del todo, subir el fuego y empezar a aliñar. Añadir a la olla las cantidades al gusto de hierbabuena, hierbaluisa, guindilla, hinojo, laurel, cáscara de naranja, comino, pimienta y sal. La práctica continuada hará que des con la receta que se adapte más a vuestros gustos. ¡No te preocupes demasiado y a disfrutar!