Ensalada de pimientos
rojos o asadillo
El pimiento, en todas sus variedades, desde el más dulce a la más feroz de las guindillas, vino de América, tras el descubrimiento del continente, y se aclimató pronto en Andalucía. Esta receta es ideal como guarnición para carnes asadas, con pescados fritos, cocidos o al horno, pero también queda perfecta con alguna lata de conservas e incluso como plato único. He visto preparar esta receta a mi abuela mientras asaba los pimientos al calor de la chimenea. Y a mi madre cuando llevaba a asar los pimientos al horno del panadero y, posteriormente, en el horno de casa. Todas estas formas tenían un factor en común, el resultado era espectacular porque usaban materias primas de primera calidad. Hoy, soy yo quien sigue con la tradición y elaboro esta receta con productos ecológicos. Concretamente, los ingredientes vienen de Subbética Ecológica, una asociación de productores y consumidores de la cual mi familia es socia desde hace dos años. Por ello, logro así recuperar el sabor de la tradición en nuestra mesa. El resultado vale la pena.
INGREDIENTES.
6 pimientos rojos grandes, 3 tomates maduros medianos, 4 ajos asados, cominos, orégano, aceite de oliva virgen extra (AOVE), vinagre, agua, sal
huevo duro (opcional).
PREPARACIÓN.
Precalentar el horno unos minutos a 170 grados centígrados. Lavar los pimientos y secar. Colocarlos en una cazuela de barro o cristal, ya que posteriormente soltarán jugo, el cual reservaremos. Hornear durante 30 o 40 minutos, dependiendo del tipo de horno. Sacar y dejar enfriar. Asar los ajos en el fuego o en la misma vitrocerámica, dándoles la vuelta de vez en cuando. Lavar y rallar los tomates. Pelar los pimientos y cortar en tiras. En una sartén, freír el tomate en un poco de aceite. Después, añadir los pimientos y freír unos minutos más. Verter el jugo de la cocción. En un mortero, machacar los ajos pelados, los cominos, el orégano y la sal. Incorporar un dedo de vinagre y otro de agua. Añadir a la sartén. Hervir unos minutos. Dejar en una fuente para enfriar. Se puede servir templada o fría, acompañada con un huevo duro picado. Una cena perfecta acompañada de un taquito de atún en conserva o un poco de bacalao en salazón. En casa, la tomamos mojando sopas de pan. ¡Sencillamente deliciosa!