Hacia la atención integral

En Adacea-Jaén existen tres líneas de trabajo: Por un lado, el colectivo busca mejorar la calidad de vida de afectados. Por otro, se da respuesta a los familiares como cuidadores principales. Por último, también busca sensibilizar a la sociedad

29 may 2016 / 11:16 H.

La asociación Adacea-Jaén tiene en marcha un Programa de Atención Integral a Personas con DCA. El objetivo principal es la atención especializada a las personas que han sufrido un daño cerebral y mejorar la calidad de vida de los mismos. Con este programa se quiere dar respuesta a todas aquellas secuelas que han sufrido tras el DCA y mejorar todas aquellas capacidades, normalizar sus vidas y por lo tanto mejorar su calidad de vida.

Para ello Adacea cuenta con un equipo de profesionales especializados en neurología, preparados y capacitados para trabajar las secuelas en diferentes niveles provocadas por el DCA: Fisioterapia, encargado de trabajar a nivel físico; coordinación, equilibrio, musculatura, espasticidad. Terapia ocupacional encargado de trabajar para que las personas sean lo más funcionales y autónomas posibles en realizar las actividades básicas de la vida diaria. Logopedia, para trabajar la comunicación y el lenguaje. Psicología, encargado de trabajar las secuelas de memoria, atención, orientación, aceptación...

El programa está compuesto por diferentes proyectos que dan respuestas a las distintas necesidades que puede presentar una persona con DCA. En la actualidad, gracias a este programa Adacea atiende a 120 personas.

También está en marcha el Proyecto de Tratamiento Ambulatorio a Adultos “Rehacer”. Su objetivo principal es la atención especializada a personas con algún tipo de secuelas por el DCA. El equipo de profesionales puede atender tanto en nuestras instalaciones como en los domicilios o residencias, allá donde se encuentre la persona, dando respuesta a aquellas personas que lo necesiten, independientemente de su grado de afectación. En la actualidad se atienden alrededor de 60 personas en diferentes municipios como Jaén, Torredonjimeno, La Guardia, Linares, La Carolina y Jódar, entre otros.

Otro de los proyectos es el de Atención Específica en Niños y Adolescentes con DCA, hasta 16 años, “Crecemos Juntos”. El DCA también afecta a los niños. Se estima que la incidencia es de, al menos, 250 niños por cada 100.000 al año, según la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace). A través de este proyecto se atiende a menores hasta 16 años que han sufrido un DCA, contando también con un equipo de profesionales que trabajan diariamente con los menores a través de juegos. En la actualidad se atiende a 10 menores de 2 a 16 años.

Por otro lado, Adacea gestiona dos Unidades de Estancia Diurna Especializada: “Mágina” y “Dacea”, con 40 plazas concertadas por la Junta de Andalucía. Las personas con DCA se benefician de la rehabilitación que se ofrece, gracias a un equipo de profesionales especializados en fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, neuropsicología, animación sociocultural y auxiliar de enfermería.

Para las familias de los afectados esto supone un respiro. El hecho de que su familiar se encuentre en un centro de día especializado y él disponga de tiempo propio es un gran avance, ya que supone un desgaste emocional alto ser el cuidador principal de una persona con DCA.

Los servicios que ofrece Adacea son aún más. También tiene en marcha el Proyecto de Inclusión Social “Uno Más”. Su objetivo principal es la inclusión social de las personas con DCA. En la mayoría de los casos, estas personas ven mermadas sus relaciones sociales, la sociedad tiene muchas limitaciones y sus relaciones con amigos no son igual que antes, por lo que muchos de ellos carecen de vida social. Por ello, a través de este proyecto, se pretende romper con las barreras que la sociedad les pone y se les dota de las herramientas necesarias para el disfrute y su inclusión en la sociedad. Algunas de las actuaciones que se llevan a cabo son: participación en el huerto social (que en Jaén está en la zona próxima a la Ronda de la Misericordia), jornadas de piscina, participación en el barrio, salidas de ocio (bolera, salir a tomar café, visitas a la catedral...).

Por último, hay también en marcha un proyecto de Autoayuda a las personas con DCA. Se denomina “Somos”. Las personas que sufren un DCA, necesitan su espacio y tiempo de aceptación de esa nueva situación que están viviendo tras sufrir un daño cerebral y gracias a este proyecto se le da la oportunidad de comprender por todo aquello que están pasando.

Gracias al equipo de profesionales y al apoyo de todos los socios que forman la entidad, que se entregan en cuerpo y alma, se trabaja día a día por mejorar en la calidad de vida de las personas con daño cerebral y sus familiares.

“Los logros son grandes”
Celestino Maldonado Roldán |
Fisioterapeuta
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Celestino Maldonado trabaja como fisioterapeuta en la Unidad de Estancia Diurna “Mágina”, de Adacea. Su labor es la recuperación física y sensitiva de las secuelas que produce el daño cerebral a los afectados. Lo más común, dice, son alteraciones de la sensibilidad en brazos y piernas, no diferenciar bien la temperatura de las cosas, ni en qué posición está su brazo o su pierna. También, trata las alteraciones del equilibrio o de mantener una postura erguida sentado o de pie que le permita andar.

“Con las sesiones de fisioterapia se suelen conseguir logros importantes, pero este tipo de tratamientos dependen mucho del daño que tenga y del tipo de evolución. En esto es un factor clave la edad de las personas”, explica Celestino Maldonado. En todo este proceso es fundamental la colaboración de la familia, pero la realidad a veces es cruda: “Cada familia es un mundo. Pero se suele encontrar colaboración por su parte a la hora de adaptar la casa o las condiciones del ocio y el tiempo libre de las personas. Obviamente, ya no pueden hacer las cosas que hacían antes, pero sí adaptar el medio”.

Respecto a la labor que realiza Adacea con los enfermos de DCA, Celestino Maldonado asegura que es “importantísima”. “El tipo de paciente que nosotros tratamos, desde que recibe el alta en el hospital, se encuentra con un vacío absoluto. La familia no sabe a dónde dirigirse ni qué hacer. Desconocen que haya posibilidades de mejora y no solo en el aspecto físico que es el que yo me dedico, sino respecto al ocio y a un aspecto emocional”. Celestino Maldonado tiene claro que una vez que le dan el alta en el hospital al enfermo de DCA, lo mejor que pueden hacer las familias es acudir a una asociación como Adacea. La de Jaén, en sus once años de andadura, ofrece una serie de servicios como las dos unidades de estancia diurna o tratamientos de fisioterapia. “A medida que ha ido creciendo la asociación también lo han hecho los servicios y se trabajan una serie de aspectos de la vida de los pacientes cada vez más amplios. Un ejemplo, el viernes pasado hicimos una salida de ocio a la bolera y se apuntaron personas que, en condiciones normales, no acudirían a esas actividades”, precisa el fisioterapeuta. Todas estas iniciativas están adaptadas para personas que tienen que ir en sillas de ruedas.