Tesoro para el progreso
Dedicatoria para las gentes del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas
No se puede contar, hay que descubrirlo para vivirlo. Es el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas el espacio protegido más grande de España. Un tesoro para el desarrollo de una tierra que no está para desperdiciar oportunidades. Oro puro de color verde, como los pinos laricios que alfombran los montes y laderas de este gran rincón de Jaén. Belleza que las gentes de la zona, serranos acostumbrados al trabajo duro, han sabido enseñar al resto del mundo para convertir este parque en un emblema de valor incalculable para la provincia. Por ello, y por otros muchos motivos, el jurado decidió que el Premio Jiennense del Año 2015 en el apartado de Turismo recayera en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Un galardón que entregó el rector de la Universidad, Juan Gómez, y que recogió el presidente de la Junta Rectora, David Avilés. En su discurso de agradecimiento, destacó “la profunda transformación del territorio” experimentada desde la creación del Parque Natural, hace ahora tres décadas: “A pesar de encontrarse alejado de las grandes ciudades y de las principales vías de comunicación, ha logrado convertirse en referente del turismo interior y de naturaleza”, aseguró. En este punto, David Avilés señaló: “Se ha demostrado aquí que la conservación del medio natural no tiene que ser un obstáculo para el desarrollo, sino una oportunidad”. Un logro al que el presidente de la Junta Rectora puso nombres y rostros: “Ellos, los habitantes de estos pueblos, son los auténticos protagonistas y merecedores de este premio”, apuntó para destacar, igualmente, el “esfuerzo inversor” de las administraciones públicas.
El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas impresiona al visitante por su relieve escarpado de media montaña. Paredes rocosas de gran altura se entremezclan con profundos valles y frondosos bosques. Entre sus picos destacan el de Empanadas y Cabañas con más de 2.000 metros de altitud. El agua es otro de los elementos protagonistas de este espacio natural, el de mayor superficie protegida de España con sus 209.920 hectáreas. La extensa red hidrográfica existente permite no solo disfrutar de una gran variedad de flora y fauna, sino también realizar numerosas actividades. Es conocido, además, por su tradición cinegética. El Parque es algo más que naturaleza. El paso de civilizaciones tan dispares como la íbera, romana o árabe han dejado una huella en sus poblaciones que no hay que dejar de visitar. Un conjunto que genera un atractivo irresistible para el visitante.