Más que madera es fantasía

Cumple 50 años con 450 puestos de trabajo en Alcaudete y La Carolina y como un referente en la fabricación de muebles de cocina, de oficina y de baño en el mundo, gracias a su gran vocación de innovación y desarrollo

27 may 2016 / 13:05 H.

Alvic es una empresa familiar que se ha hecho grande en España y que crece en el mundo. Alejandro Rosales es su creador, un aprendiz de carpintero que marchó a Vic (Barcelona) para trabajar. Allí elaboraba cocinas hasta que decidió instalarse —con dos socios más— por cuenta propia. Y se le ocurre una brillante idea: dar un paso más en los tradicionales muebles a medida para crear la cocina modular. Así se podía hacer de manera estándar o, lo que es lo mismo, en una línea industrial, lo que era más rápido y barato. Por eso, creó Madetres, que fabricaba muebles de cocina modulares —es el creador de la cocina moderna—. Sin embargo, la pasión por su Alcaudete natal le hizo regresar —sin abandonar el negocio en Barcelona— para fundar una fábrica en 1975. Hacía encimeras y puertas de madera, aunque pronto amplió a paneles laminados, módulos y puertas de polilaminado. Así nació Alvic, que hoy es una gran multinacional.

El éxito de Alejandro Rosales no era otro que idear algo que no hacía nadie. Por eso, cinco años más tarde, gestó Mkit, que no es más que un paquete para componer cocinas. Así entra de lleno en los grandes almacenes y da la oportunidad a pequeños carpinteros, montadores y otros profesionales de instalar los muebles de la cocina. Gracias a Alvic, nace un nuevo modo de vender estos muebles y, a la par, un nuevo canal de autónomos y grandes almacenes interesados en los productos de esta empresa de Jaén.

A partir de aquí, la fórmula secreta del Grupo Alvic se ha basado en innovar con los materiales y poner en el mercado productos que nadie tenía. Además, con fórmulas muy competitivas que no solo interesaban a la empresa, sino a su red de promoción y de comercialización. De hecho, los grandes almacenes que proliferan ahora por los centros comerciales de prácticamente todas las capitales de España se basan en su filosofía y se nutren de la innovación de sus productos. No obstante, mientras Alvic también avanza a pasos agigantados en su red comercial para llevar su género a cualquier lugar de España y del mundo.

La empresa dispone de una imponente planta industrial en Alcaudete. Allí trabajan unos 230 trabajadores en un complejo industrial que se articula en naves que componen un perfecto engranaje de minifábricas que se complementan a la perfección y un gran centro logístico que sirve para el almacenamiento y como muelle de carga para una imponente flota de camiones que, cada día, entra y sale de sus instalaciones. Unos 30 camiones cargan cada día en el complejo industrial, mientras que se estima que, aproximadamente, el mismo número llega a este complejo cargado de materia prima. El Grupo Alvic, más que madera, trabaja con la fantasía. Hace tableros, puertas y encimeras, que lucen por su color, por sus tonalidades, por la capacidad para brillar y por sus innovadores diseños. Produce, cada día, 3.000 tableros de alto brillo, unos 1.500 en mate y unos 1.000 en súper mate. Asimismo, elabora 220.000 puertas de cocina al mes, al igual que 45.000 encimeras para cocinas. La fábrica no para ni por la noche. El 80% de la actividad se articula en tres turnos, que solo se detienen durante el sábado y el domingo —en periodos de alta demanda, como en el verano, ni siquiera se descansa en el fin de semana, por lo que se articulan cuatro turnos de trabajo diferentes—.

El Grupo Alvic dispone de otro centro productivo. Se llama Faro y se encuentra en La Carolina. Allí se elaboran muebles de baño y la estructura interior del mobiliario de las cocinas. Entre las dos plantas suman alrededor de 450 puestos de trabajo. No obstante, si se le añade el centro de Vic (Barcelona), se rondan los 700. Allí se hacen muebles de oficina —mesas, escritorios y otros componentes— y también algunos modelos de mobiliario de cocina que entran en el mercado francés. Todo este entramado surgió de las ideas de Alejandro Rosales, que ahora continúan sus hijos. No hay más secreto que innovar y adelantarse a las demandas de la sociedad. Lo gestó entre Alcaudete y Vic. De ahí viene su nombre Alvic.

“Nos sentimos orgullosos de la empresa”
Valeriano Martín |
Alcalde de Alcaudete
idcon=12186066;order=26

“Es difícil definir qué es Alvic para Alcaudete, pero la primera palabra que se me viene es orgullo. A mí, muchos alcaldes me dicen que tengo la suerte de tener en mi pueblo una multinacional de su sector. Lo pienso y la verdad es que tienen razón. Nos sentimos afortunados con Alvic”, afirma el alcalde de Alcaudete, Valeriano Martín. Asimismo, continúa: “Alejandro Rosales es el padre de esta gran obra. Cuenta con una virtud que no se paga con dinero, como es el talento. Se trata de un empresario con mayúsculas y en el mejor sentido de esta palabra. Está enamorado de su negocio y cuenta con la capacidad de ver los cambios mucho antes de que se produzcan”, señala el regidor. Valeriano Martín resalta la importancia que tiene que la compañía sustente a 300 familias de esta tierra: “Muchos son vecinos de Alcaudete, pero también los hay que viven en otros municipios de la comarca. Por eso, creo que Alvic nos produce orgullo, responsabilidad y muchos otros sentimientos”. Además, añade: “Se trata de una empresa que hace muchas cosas, menos quedarse quieta. Alejandro Rosales ha sabido transmitir a sus hijos esa pasión por los negocios, la necesidad de reinvertir en la empresa para que siga hacia adelante y la visión de futuro”. Precisamente, el Grupo Alvic construye ahora una nueva planta, también en Alcaudete, que servirá para poner en marcha nuevas líneas de productos. Ha invertido 8 millones de euros y se espera que se inaugure durante el próximo mes de junio. “Alejandro Rosales ha construido un imperio de la nada. Era un humilde emigrante que se marchó de Alcaudete para trabajar y que ahora nos ha traído una empresa multinacional que es un gran motivo para nuestro orgullo. Precisamente, el amor que siente hacia su pueblo hace que haya invertido aquí y que sea un referente industrial y de empleo para buena parte de sus vecinos”.