Aurora Funes ensalza las virtudes del sentir cofrade

Trescientas personas asisten en
el Teatro Municipal de la ciudad al tradicional Pregón de Semana Santa

09 abr 2019 / 16:45 H.

Aunque la lluviosa tarde alcaudetense del pasado sábado invitaba a no salir de casa, los vecinos del municipio demostraron que su fe y sus ganas de Semana Santa son capaces de sobreponerse a trivialidades como las inclemencias meteorológicas. Así quedó demostrado en el Teatro Municipal de Alcaudete, cuyas butacas llenó el cariño de familiares y amigos de Aurora Funes, la pregonera de la Semana Santa alcaudetense 2019, pero también diversos amantes del mundo cofrade del municipio. La expectación estaba justificada. No en vano, la de Aurora Funes es una figura bien conocida por los vecinos de Alcaudete dada su participación activa en la Semana Santa local, su labor como catequista y su trabajo como presidenta del grupo de Manos Unidas de la parroquia de Santa María, un cargo que ocupa desde hace cinco años.

La Banda Municipal de Música de Alcaudete se encargó de dotar el espacio escénico, y también el patio de butacas, de las primeras dosis del calor necesario en tan fría tarde. Los músicos interpretaron cuatro marchas, acompañados en dos de ellas de la voz Fuensanta Rey, que tuvo el honor de cantar por primera vez una letra dedicada a los costaleros de la Real Cofradía de la Virgen de los Dolores: “Pasa la Real Cofradía”, de Ramón Ortega.

Tras ello, intervino el presidente de la Agrupación de Cofradías de Alcaudete, Gaspar Sánchez, y se entregaron los pines del colectivo cofrade a los presidentes de las cofradías incorporadas al mismo durante 2019.

Y, al fin, llegó el turno de que Funes pronunciara su pregón, que fue ya el número treinta y nueve en la historia de la Semana Santa alcaudetense. No le tembló la voz, a pesar de que unas trescientas personas, entre estas autoridades municipales y eclesiásticas, escuchaban atentas desde sus butacas. La pregonera comenzó agradeciendo a las cofradías locales su esfuerzo, para, después, dedicar unas palabras a todas y cada una de las cofradías locales y hacer referencia a rincones emblemáticos del municipio relacionados con la Semana Santa, todo ello acompañado de diversas diapositivas.

La emotividad y la sinceridad fueron las notas predominantes de un discurso catequético en el que supo introducir algunas pinceladas poéticas. La conjugación de tales ingredientes llegó a arrancar entre el público aplausos y lágrimas a partes iguales.