El sentir cofrade desafía a la lluvia

La previsión de precipitaciones no logra que los ubetenses se queden en casa

18 abr 2019 / 09:39 H.

Desde el pasado Lunes Santo son muchos los cofrades de la ciudad que siguen con inquietud los partes meteorológicos; no en vano, cuando la Semana Santa se desarrolla durante la primavera, el tiempo es bastante inestable y pone en riesgo el trabajo que durante todo el año realizan las hermandades.

Así, el Miércoles Santo amaneció con bastante viento y algo nublado, lo que provocó que los hermanos de las cofradías que procesionaban en la ciudad miraran al cielo con cierto temor. En concreto, en la Ciudad de Los Cerros son dos las cofradías que realizan el miércoles su estación de penitencia: la Cofradía Eucarística de la Santa Cena y la Cofradía Sacramental y Hermandad Salesiana de Nuestro Señor Jesucristo en su Prendimiento, María Santísima del Auxilio, San Juan Evangelista y San Juan Bosco. Ambas hermandades hacen que la Semana de Pasión discurra por el casco antiguo de la ciudad, si bien El Prendimiento lo hace partiendo de la zona norte, al iniciar su recorrido en el Santuario de María Auxiliadora, ubicado en el colegio salesiano Santo Domingo Savio.

Las dos hermandades, teniendo en cuenta la previsión meteorológica, habían decidido acortar sus recorridos para evitar que su patrimonio sufriera daños.

Con un ojo puesto en el cielo, pasadas las nueve de la noche se abrieron las puertas de San Nicolás de Bari y apareció la cruz de Guía de la hermandad. Aún dentro del templo se vislumbraba el grupo escultórico de la última cena de Cristo con sus apóstoles, formado por trece figuras de talla completa de Amadeo Ruiz Olmos, policromía de Marcelo Góngora y trono de Ramón Cuadra Moreno, que, con sus grandes dimensiones, ponen a prueba año tras año a los hermanos de la cofradía.

A las diez de la noche, desde María Auxiliadora, la cofradía del Prendimiento, paso portado por costaleros que mecen a su Cristo al son de las marchas interpretadas por la Banda de María Santísima del Amor, inició su penitencia cuando las primeras gotas comenzaron a caer del cielo.