Jaén

Diez años de constancia y esfuerzo reciben sus frutos en las calles, con el calor de miles de jiennenses

12 abr 2017 / 10:07 H.

Un inicio del Martes Santo espectacular. Y no solo porque la tarde luciera imponente bajo un sol de justicia, sino también porque supuso la recompensa a diez años de constancia, esfuerzo y trabajo por parte de una joven hermandad, la Cofradía Misionera Jesús Divino Maestro, también conocida como “El Lavatorio”. La expectación estaba servida ante el nuevo paso de la Semana Santa jiennense, y prueba de ello fue que en las inmediaciones del colegio Divino Maestro no cabía “ni un alfiler”. El cortejo se preparaba ante la atenta mirada de los vecinos, y justo a las 16:45 horas, cuando tenía prevista su salida, la Cruz de Guía cruzaba la puerta.

Bajo una carpa, en el interior del centro, aguardaba el paso, sobre el que se podían contemplar las imágenes de Jesús Divino Maestro y San Pablo, obra del imaginero de Beas Antonio Martínez Rodríguez, a las que en próximos años se sumarán las de los apóstoles Santiago y Juan.

Una amplia representación de las cofradías de Pasión y Gloria de la capital acompañó la histórica Estación de Penitencia, que enfiló la bajada hacia La Alcantarilla, a la que siguieron numerosos pequeños con sus cestas de caramelos y una larga fila de nazarenos, que “tiñeron” las calles de azul y blanco. La primera levantá se produjo justo a las 17:00 horas, y quince minutos después, ante el aplauso de los jiennenses, vítores y al son de la Banda de Cornetas y Tambores de La Expiración, la cofradía se dispuso a vivir el que durante una década ha sido su sueño.