Madrugada eterna de Pasión

Juan Francisco Ramírez abre la Semana Santa 2018 en un “Infanta Leonor” repleto hasta la bandera

19 mar 2018 / 09:13 H.

Emotivo, intenso, con una “chispa” de polémica y, sobre todo, muy ovacionado. Así fue el pregón de Juan Francisco Ramírez, en el Teatro Infanta Leonor, donde las butacas se llenaron para escuchar con atención las palabras del cofrade, esperadas tanto por sus amigos y familiares, como por los jiennenses que esperan con ilusión el comienzo de los días de Pasión.

“Hoy me siento más orgulloso que nunca de ser uno más de esta gran familia cofrade que es la Estrella”, declaró a un público entregado Ramírez. Como encargado de abrir oficialmente los preparativos para la Semana Santa jiennense, en su discurso hizo un recorrido por las hermandades de la capital y su relación, ensalzando su figura y su imagen respecto a la ciudad, cómo dibujan las calles desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección.

La cita dio comienzo con la interpretación, a cargo de la Banda Municipal de Música, de las marchas “Nuestro Padre Jesús” y “Estrella Sublime”, que resonaron en las paredes del teatro con una energía especial que se compartió entre los asistentes, emocionados, inevitablemente, por los sones más tradicionales de la Semana Santa de Jaén.

A continuación, la que fue pregonera del año pasado, María José Chica, se encargó de presentar a su sucesor, con un mensaje inspirador que no dejó atrás los ecos de su discurso de la última ocasión en que estuvo en ese mismo escenario. Entre las personalidades que se encontraban presentes estaban el Obispo Amadeo Rodríguez y el alcalde de la ciudad, Javier Márquez.

Los sentimientos estaban a flor de piel, como los “catorce sentimientos” a los que hizo referencia Ramírez, que desgranó, uno a uno, con versos en prosa de sus más sinceras emociones. Los recuerdos de la infancia y juventud, esos momentos que marcaron las creencias y la fe católica del pregonero, tomaron relevancia en el papel y en sus palabras, cuando narró sus comienzos cofrades en San Ildefonso y la impronta que dejó en él la hermandad.

Sus mensajes fueron directos, claros, en ocasiones críticos, pero siempre emotivos y que llegaron a lo más hondo de la audiencia. El momento cúlmen fue cuando Ramírez dedicó un parte del pregón a la Madrugada jiennense, sobre todo a Nuestro Padre Jesús. “Aunque sus pies avanzan, él se mece despacio, para que su mirada se quede quieta, sobre el sendero de sus ojos”, recitó ante el público, y continuó: “Esa madrugada, Tú, mi Jesús de los Descalzos, sales de tu camarín para andar con tu pueblo, y la luna pregona desde su espadaña de plata.” “Janeros que clavamos los ojos en ti, cada paso que Tú avanzas, de noche de promesas descalzas, que esa noche camina a la sombra de tu Cruz, iluminando tus pisadas. Esa eterna madrugada, que muere por Ti, Jesús de los Descalzos”. Y Jaén ovacionó, entregada.