El primer día de trabajo es parecido al curso anterior, algo protocolario para el profesorado: saludos, abrazos, besos, contar las experiencias viajeras durante las vacaciones. Las evasiones veraniegas han servido para recargar energías para el nuevo curso y como medida de higiene mental. Después, a las diez o las once, el director del centro ha convocado el primer claustro de profesorado en el que...