Al rico son del Carnaval

L legó el gran día, ese que cientos de personas tienen marcado en el calendario cada mes de febrero. Era la final del Carnaval de la capital. Nervios, ruido y gritos de ánimos que salían entre bambalinas, expectación en los asistentes que no dejaban de mirar hacia el escenario y comentar todo aquello que sucede antes ellos, luces que iban y venían para dar la bienvenida a los distintos finalistas, que ofrecieron lo mejor de ellos mismos encima de un escenario preparado para la gran ocasión y, por encima de todo, una emoción que penetraba en todo aquel que se asomaba al teatro Darymelia.

La noche prometía ser única, y así fue. Temas para todos los gustos, críticas que entonaron voces tan compenetradas que se conviertieron en melodías armónicas que afloraron sentimientos profundos, distintos disfraces se entremezclaron arriba, pero también abajo entre los asistentes. Una noche de magia, de disfrutar, de saborear cada una de las actuaciones porque también era el momento de bajar el telón para decir adiós hasta el próximo año. La final comenzó con “Comparsa La Estelada”, de Jaén que habló de corrupción, sobre animales abandonados e interpretó dos cuplés, uno sobre el asunto catalán y otro, del vestuario de otras agrupaciones. A continuación, los componentes de la “Comparsa El sueño africano”, de Granada abordaron, en sus dos pasodobles, asuntos como la discapacidad y los recortes de la sanidad pública y cuplés sobre la comida de su tribu africana y los beneficios e inconveniente de vivir tan lejos de la tierra. La tercera fue para una chirigota, “El pelotón aceitunero de Jaén”, que vestidos de camuflaje interpretaron sus pasodobles con letras que fueron destinadas para lacomparsa de Jaén y otro a las abuelas, para terminar con hacer una defensa de la tierra.

Tras un descanso, la “Chirigota Los que tienen mucho cuento”, de Lopera, abordaron desde la política a el papel de las madres, para terminar con una ironía sobre tamaños y animales que se convierten en humanos. Los penúltimos fueron los componentes de la “Chirigota Los auténticos trasnochadores y no aquellos que iban de vampiros”, de Arjona, que para la final optaron por homenajear a un carnavalesco que tuvo problemas de salud recientemente, Andrés Ruiz, y la fraternidad entre los amantes de esta fiesta para terminar sobre su vuelta a los escenarios y consejos que reciben los que están a punto de darse el sí quiero. Para terminar, la “Comparsa Las noches de Carnaval”, de Jaén se movieron por un tema social, la soledad de las personas mayores para terminar con la inauguración del Museo Íbero y dos cuplés implantes capilares y la operación de Leticia Savater, que provocó varias carcajadas.

Tras la última actuación, el jurado deliberó y dio a conocer el veredicto del ganador, datos que al cierre de esta edición, se desconocían.