Apache, esos indios genuinos

Luismi y compañía logra juntar a una multitud que se entrega, como siempre, con su música

15 may 2017 / 10:26 H.

Pintaba bien la noche ya desde por la mañana. Me había encontrado a Roberto, un incondicional de los Rolling Stones que los “persiguió” en otros tiempos a todos los conciertos que pudo y más, y me confirmó que iría a ver a Apache sin duda y que esperaba gente de Granada. —“Pues genial, a ver si nos vemos por allí y tomamos unas cañas, claro”. Manos al whatsapp y a citar amigos, 9’30 noche en un bar cercano al concierto. Toca disimular las canas con una camiseta y un toque juvenil para rememorar aquellas canciones. Por fuera medio disimulamos algo pero por dentro no es necesario, el espíritu es infalible, siempre ansioso de revivir una y otra vez la banda sonora de la mejor época de nuestra vida.

Conforme vamos bajando el Bulevar, el ambiente de las calles ya avisa que el metro cuadrado en la zona de la verbena va a cotizar al alza. Tomamos un par de cañas en un bar absolutamente abarrotado y con los camareros driblando clientes bandeja en mano y a toda pastilla. Aunque lo intuimos le preguntamos a una camarera si aquello es lo habitual de los sábados, a lo que simplemente responde: “¡Qué va, Apache!”, y sigue corriendo por el local. —“Bueno, pues lo mejor será que vayamos a meternos en el meollo y buscarnos un sitio para darle a la cadera”. Nos hemos confiado y llegamos un poco tarde, conforme nos acercamos van sonando los primeros acordes, un clásico de Led Zeppelin, Kashmir, que Apache también lo ha convertido en un clásico arrancando casi siempre sus conciertos con ese temazo. Y qué bien suena, y cómo me gusta esa canción y qué bien lo hacen esos chicos. Llegamos a la verbena y de pronto música de “reguetón” interfiere como un brusco cambio de emisora en nuestra radio, y no es La Gozadera sino el Sapito Loco. —“Aquí cabemos todos, genial. Pues nosotros a lo nuestro, avancemos, chicos, que ya se les ve allí en el escenario”. Unos cuantos apretones más y por fin encontramos nuestro espacio, como buenos estrategas nos situamos cerca de la zona del bar, al lado de los tiques y con un buen frente de ataque a la barra. Escenario a la vista y cerveza en mano siguen cayendo temas clásicos con los que Luismi nos invita a corear, y nosotros encantados de hacerlo. Nos vamos viniendo arriba.

Al unísono con nuestro mejor inglés y al ritmo que marca Apache caen temas como Start me up de los Rolling, que te hace mover hasta los higadillos, y siguiendo con Rebel Rebel de David Bowie que no se queda atrás, dando paso a los homenajes al propio Bowie, y después a Prince, de quién también se acuerdan nuestros amigos, interpretando clásicos como Purple Rain. —“Qué bien lo estamos pasando, y Luismi aún en forma, manejando el escenario a su antojo”. Hay que agradecerles a estos chicos que sigan siendo tan profesionales, que esas cosas se notan y se disfrutan. Y no olvidan a Queen, haciendo una fusión de temas con los que nos dejamos llevar hasta la barra, que hay que repostar. A mí, personalmente, la que me pone es We will rock you, es que me hace estremecer. Los tiques que me dieron para la cerveza, si los hubiese visto mi sobrina me los habría quitado para subirse al Sapito Loco, pero no, funcionaban perfectamente y al momento estábamos refrescando nuestras gargantas para seguir canturreando al ritmo de Apache. Llega el momento de Pink Floyd y de pronto nos encontramos todo el público coreando Shine on you crazy diamond, que lo poquito que aprendí de inglés fue gracias a estos grupos y sus temazos, de tal forma que si un guiri me preguntase en inglés alguna vez por dónde se va a la Plaza de los Jardinillos le respondería que Shine on you crazy diamond, o Wish you where here, y me quedaría tan pancho. Aún queda un buen tramo de buena música, nos hacen disfrutar del silencio con Depeche Mode y son valientes con un tema de Muse (Uprising) con el sonido tan particular y técnico que tiene este grupo, y salen más que airosos. Las guitarras de los Sultans of Swing hacen las delicias de los muchos que allí nos juntamos, buena coordinación y sonido.