“Yo hago rock, por la boca de una mujer”

María Guadaña llega con letras de muerte, la cantante jiennense triunfa en su presentación en Madrid

02 mar 2019 / 17:22 H.

—Cantar en Madrid ha sido como llegar y besar el santo.

—Ha sido mi primer concierto y todo fue supermaravilloso. Estoy muy contenta.

—Ha irrumpido ahora. Pero ¿Desde cuándo canta?

—Yo siempre tuve un inquietud musical, desde pequeñita. Quería estudiar, pero a mi familia no le hacía ninguna gracia. Quería dedicarme a la canción y a la música y lo que hice fue meterme por la parte técnica. Hice Telecomunicación, especializada en Sonido e Imagen. Esto me llevó a trabajar en la producción. He estado doce años trabajando en Etnosur y he hecho mucha producción, siempre en la parte técnica. Sabía que, en la vida, o haces lo que quieres, o no lo haces. Yo tenía mis canciones en mi cabeza. Había estudiado guitarra y canción.

—¿Cuándo decidió dar el salto?

—Hace año y medio, cuando ya tenía un número de canciones suficiente. Me junté con Antonio Martínez, que es amigo mío de toda la vida, y hemos estado trabajando los temas, mejorándolos y adaptándolos para banda. En junio de 2018 me junté con los músicos que me acompañan. Son maravillosos. Les gustó el proyecto y son super apañados.

—¿Quienes son?

— Carlos Sosa, (Fuel Fandango), en la batería y las percusiones; Gabri Casanova (Anaut/Vinila Von Bismark) en los teclados; Javi Geras (Anaut/Sinouj) al bajo, y las guitarras de Pablo Pérez (Laredo) El EP lo grabó Javier Ortiz en los Estudios Brazil; la masterización es de Nathan James; la dirección artística y diseño es de Sonia Hidalgo y las fotografías de la jiennense Ana Pancorbo.

—¿Se considera cantautora?

—No. Yo no soy la cantautora Herminia Martínez. Eso lo tengo muy claro. Son canciones que salen a través del personaje María Guadaña. No es el concepto que se tiene de cantautor con su guitarra y sus discos. Es rock contado por la boca de una mujer, con mucha mala leche y ha llegado la hora de sacarla.

—¿Por qué María Guadaña?

—Me gustó, porque es un nombre que da un poco de respeto. Así se llama a la muerte, que la trato con respeto. Suena bien y pensé que era un buen nombre.