Curro Díaz, lo mejor de San Isidro

La faena del linarense al cuarto toro se queda sin premio por la mala colocación de la espada

16 may 2017 / 16:05 H.

Curro Díaz hizo lo mejor de la corrida del día de San Isidro en Madrid, que no fue sencilla para los toreros. El cuarto era un toro muy cuajado. El negro chorreado de Montalvo resultó difícil de torear en el capote porque traía una embestida que parecía “dormida”, pero que desarrollaba peligro por el pitón derecho. Se le coló al de Linares a la verónica y a Paco Ureña le hizo lo mismo en el quite. Por eso, el de Linares salió convencido de que la faena de muleta debía cimentarse sobre la mano izquierda. Entonces, Curro Díaz arrancó los olés en los tendidos de Madrid con tres series largas y profundas de toreo al natural. El toro pasaba, pero completar el trazo de la muleta, pese a que pueda parecer que es codicia y bravura, en ocasiones, no lo es. Ni siquiera era embestir.

El toro se movía, pero no con calidad. Era Curro Díaz el que ponía la clase para llevarlo largo con la mano baja. Y, además, el animal se salía del muletazo al final del trazo, por lo que no era sencillo para el torero quedarse colocado para darle el siguiente ni rematarlo. Por el derecho, prácticamente, era imposible. El diestro de Linares perdió el premio con la espada, que le cayó baja. No obstante, fue lo mejor de la tarde.

Al que abrió plaza le faltaron muchas cosas. El toro estaba muy justo y así resulta complicado triunfar en Madrid. El torero brindó la faena al Rey Emérito, Juan Carlos I, que estaba presenciando la corrida del día de San Isidro. “Va por usted, viva España”, le dijo antes de entregarle la montera. Comenzó despacio con series cortas y a media altura para no exigirle al morlaco e intentar consolidarlo sobre la arena. Se lo sacó a los medios para intentar apretarle y exigirle, pero entonces el animal ya no quiso más. Su embestida cambió y la faena, con tuvo detalles de mucho gusto, bajó de intensidad. Hubo un susto al entrar a matar, ya que el animal le metió el pitón por el chaleco. Afortunadamente, no fue nada, pese a que el cuerno anduvo por el pecho. El tercero de la cuadrilla del linarense, Manuel Muñoz “Lebrija”, sufrió una cornada en el tercio de banderillas del primero de la tarde. Tras ejecutar la suerte, cayó en la arena y allí lo prendió el toro de Montalvo del muslo izquierdo.

Este era el parte de la enfermería que firmó Máximo García Padrós, cirujano jefe: “Herida por asta de toro en tercio medio de cara posterior de muslo izquierdo de 20 centímetros que alcanza el fémur, contusiona nervio ciático y causa destrozos en los músculos isquiotibiales. Intervenido bajo anestesia general, se le traslada a la Clínica San Francisco de Asís a cargo de la Fraternidad. Pronóstico: Grave”. Ni Paco Ureña, ni López Simón pudieron triunfar. La corrida de Montalvo tuvo más guasa que clase, aunque, en ocasiones, esto no se vio en los tendidos, que tuvieron 22.085 espectadores.

Abanicos jiennenses dentro de Las Ventas
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La Diputación Provincial aprovechó el día de San Isidro y que toreaba el linarense Curro Díaz para poner en marcha una nueva acción promocional del producto “Jaén, Cultura del Toro”, que busca atraer a la provincia un buen número de visitantes y turistas interesados especialmente en un territorio que destaca por la amplia presencia del toro de lidia. “Se muestra como un lugar privilegiado para acercarse al mundo taurino porque es uno de los enclaves con más ganaderías de toros bravos y mayor número de festejos taurinos”, afirma el diputado de Turismo, Manuel Fernández Palomino, que acudió a la acción promocional en Madrid.

“Se han repartido 20.000 abanicos a la entrada de la plaza de toros y se han concertado entrevistas en medios especializados para difundir nuestro proyecto y las posibilidades taurinas que ofrece la provincia de Jaén”, afirma el diputado. Los abanicos tuvieron gran presencia en el tendido.