Digan lo que digan... es el “gran” Raphael
El linarense regresa a Úbeda, veinte años después, con su sorprendente gira Sinphónico
Su concierto fue, como dice la canción, un Escándalo. Más de cuatro mil personas aguardaron la llegada del “gran” Raphael al auditorio del Recinto Ferial de Úbeda. Allí estaban sus seguidores más fieles, especialmente cincuentañeros que se sabían al dedillo las letras y no podían dejar de tararearlas. El artista de Linares demostró que es un huracán y que no le pesan los años. “Guapo”, le gritaban continuamente. “Artista”, no se cansaban de repetirle. Raphael se encontró, en su parada en la ciudad renacentista, con un público entregado completamente a él, que disfrutó de cada momento de su actuación, incluida en la gira Sinphónico, que comenzó hace justo un año en el teatro Real de Madrid y con la que ha recorrido España y Latinoamérica.
Para el eterno niño de Linares era su tercera vez en Úbeda, pero lo vivió como si hubiese sido la primera. Curiosamente, cada veinte años regresa al municipio. Estuvo en 1976, en la Feria de San Miguel y luego, llegó en 1996 al teatro Ideal Cinema. Y en todo este tiempo hubo cosas que no cambiaron: sus gestos, inconfundibles, y sus ganas de “comerse” el escenario.
Rafael Martos estuvo acompañado con la Orquesta Sinfónica de Almería, que hizo un tremendo papel. El concierto empezó puntual, si bien duró tres horas, media más de lo previsto. El artista repasó temas conocidos de su trayectoria, que no es corta. Como él dijo cantando, lleva desde los catorce años trabajando y casi no ha tenido juventud, a pesar de que siempre ha hecho “lo que le gusta”. Afirmó, durante la velada, que llevaba cincuenta y cinco años de carrera a sus espaldas y que siempre intentaba hacerlo lo mejor posible. Y ahora que estaba en su tierra, tal y como añadió, pues no podía ser menos. Fueron unas palabras que hicieron que sus fans se levantaran y lo aplaudieran, al reconocer que “estaba en casa”.
Durante el concierto, los cuatro mil seguidores vivieron unos momentos difíciles de olvidar. Como cuando cantó Como yo te amo y al entonar Digan lo que digan, o cuando sorprendió, casi al principio de la cita, con Mi gran noche y conquistó con su Provocación y con el tema Promesas. El “genio” regaló asimismo momentos íntimos, como ocurrió cuando actuó con el piano y la guitarra flamenca. Alabó a la formación almeriense, dirigida por Rubén Díez, que sonó muy bien. Aseguró que cantar con una orquesta sinfónica era un “sueño” que tenía desde hacía mucho tiempo y que se materializó cuando empezó el proyecto Sinphónico.
Y otro sueño cumplido, que se pudo disfrutar en el recinto ubetense, fue la interpretación del vals peruano Lejos de ti, del compositor Manuel Alejandro.