El dolor y el arte de Jaén

La muestra de Manuel Luis Armenteros abre la temporada del museo jiennense

13 sep 2017 / 10:57 H.

El dolor forma parte del ser humano, hasta tal punto que muchos son los que opinan que sentirlo es lo que nos recuerda que seguimos vivos. Bajo esta creencia, el torrecampeño Manuel Luis Armenteros lleva la exposición El dolor de los otros al Museo de Jaén, que acogerá la muestra hasta el próximo 15 de octubre. Esta colección vio la luz por primera vez en 2003 en la Universidad de Jaén, con el título latino Ut pictura poesis. En esta ocasión, el trabajo crece para transmitir ideas a través de espacios poéticos que se sirvan de extensiones de color y diferentes texturas. “Es una reflexión sobre la pintura y mi manera de entenderla. La obra no aparece como algo único, sino dentro de una fragmentación, una acumulación de cuadros que tienen un carácter casi escultórico. Supone un proceso de investigación en el que aún estoy inmerso”, confiesa el artista jiennense.

Mediante técnicas como las del temple de huevo, el óleo, la pintura acrílica, la cera de vela y la encáustica —que es pintura con cera de abejas—, el autor pretende jugar con la simbología de sus instrumentos de trabajo para ser capaz de transmitir algo más. Así crea un proyecto de indagación con el que invita al visitante a transitar por el museo y completar sus cuadros con los pensamientos y sentimientos del artista a la hora de crearlos. La empatía es su principal objetivo.

Armenteros, que está licenciado en Bellas Artes y es profesor de enseñanza Secundaria, presenta una muestra con gran carga emocional y personal. “El dolor de los otros es una reflexión sobre la historia de la pintura, que se centra en la figura religiosa de Jesús. Después, se refleja el daño procedente de diversas vivencias personales, como las enfermedades de las personas que nos rodean. Ese fue el caso de mis padres, a los que dedico esta exposición”, al menocionarlos, el artista se emocionó y —tras un aplauso por parte del público como señal de apoyo durante la inauguración de la muestra—, continuó: “Debido a mi formación, he podido convivir con el dolor. Estudié y estuve trabajando en un hospital psiquiátrico en Ciempozuelos, Madrid, con los Hermanos de San Juan de Dios. Allí el dolor era algo natural y la enfermedad, algo incluso familiar. Era un ambiente que pocas personas han vivido. De todas esas experiencias he plasmado pictóricamente el dolor, como una metáfora que se representa a través del color, de la materia y de las composiciones”.

La exposición, que ocupa dos plantas del museo de Jaén, cuenta con tantas obras que el autor aún ni las ha contado. Eso sí, hay bloques que pueden tener hasta cincuenta piezas. Igualmente, su trabajo sirve para iniciar la nueva temporada de exposiciones temporales, y está enmarcada en las acciones programadas para dar a conocer las obras de artistas contemporáneos jiennenses. Así lo destacó la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Pilar Salazar, que participó en el acto de presentación, y añadió: “Este museo es un punto de encuentro para contemplar, aprender, reflexionar y disfrutar del arte. Es importante valorar la memoria de nuestros artistas y contribuir al fomento de la creatividad”.