El extremo de una batalla por mantener la dignidad

La compañía Ingravito pone en escena El Ego Adorable en el Darymelia

10 jun 2016 / 11:00 H.

Entre la sugerencia de las sombras sobre un escenario sobrio y, hasta cierto punto, surrealista —maniquíes colgados y en mitad de las escenas—, los actores Amada Santos y Raúl Gallego protagonizaron la obra de Miguel Ángel Magnani Rivas, El Ego Adorable. Bajo la dirección de Luisje Moyano, los intérpretes dieron vida a una pareja cuyo amor no es correspondido. Ella, una femme fatal dominante y acaparadora; él, un hombre-cerdo sumiso. Ambos, la cara y la cruz de los protagonistas y los antagonistas de la realidad social que luchan por conseguir ser íntegros ante el continuo prejuicio por cualquier cosa.

Con diálogos directos y reflexiones dirigidas al público, los protagonistas de la compañía Ingravito personalizaron una realidad social que tiene su origen en la desconfianza y en el eterno problema que supone enfrentarse diariamente a la vida siendo sencillamente uno mismo. “Para ganarse enemigos no hace falta comenzar una batalla, solo basta con decir lo que uno piensa”, dijo el personaje interpretado por el malagueño Raúl Gallego. En su lucha interna, el hombre-cerdo se lamenta de su sumisión y de las pocas agallas de enfrentarse a quien lo humilla con la simple valentía de decir lo que opina.

En la piel de Bárbara, Amada Santos “resucitó” a una mu- jer-bruja bipolar, con una representación sensual acompasada de movimientos angulosos, casi mecánicos. Incluso, llegó a seducir con un fugaz número musical. Su diálogo histriónico y las “congelaciones” de su cuerpo dominaron la historia a su antojo, bajo una estética “muy Moyano”. Una ambientación en la que las cadenas, el control femenino y la música recordaron a algunas de las creaciones del creador jiennense, como La Ama, coescrita y codirigida junto con Arantza Ibarra, un thriller rural BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo). Con un tono ácido y extravagante, los personajes de El Ego Adorable atraparon al público.

La obra se enmarca en la programación de la Feria de la Virgen de la Capilla. Las actuaciones continúan esta tarde con El Triciclo de los títeres, de La Paca; un concierto, a cargo de la Sociedad Filarmónica de Jaén, dedicado al pasodoble, bajo la dirección de Juan Ramón Fuentes Ferrer, y una muestra de danzas Oriental y Polinesia.